El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a un joven al que se atribuye un peculiar asalto en la ciudad de Alicante. Peculiar, no por el procedimiento, utilizado por otros delincuentes, sino por el lugar escogido: una casa de citas. El golpe fue perpetrado a comienzos de febrero en un burdel situado en la céntrica avenida de Alfonso El Sabio.

Dos hombres encapuchados se hicieron pasar por clientes y, tras llamar a la puerta, irrumpieron armados con una pistola y un cuchillo. Una vez dentro, maniataron con trozos de sábana a algunas de las chicas para robarles. De ese modo, sustrajeron unos 700 euros en metálico, además de teléfonos móviles y unas gafas de sol, según informaron ayer fuentes de la Comisaría Provincial.

Tras una laboriosa investigación, los especialistas de la Brigada Provincial de Policía Judicial consiguieron identificar a un joven colombiano, de 19 años de edad, como presunto coautor del asalto. El sospechoso huyó de su domicilio de Alicante, si bien, coincidiendo con la celebración de las Hogueras de San Juan, decidió regresar, pensando que ya no corría peligro. Sin embargo, a su vuelta los responsables del caso, que mantenían un dispositivo de vigilancia en los alrededores de la vivienda, apresaron al chico.

En el registro practicado en el lugar de residencia del detenido, los miembros de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) requisaron un teléfono y unas gafas que supuestamente procedían del robo perpetrado en el prostíbulo alicantino.

El arrestado, que carecía de antecedentes, fue puesto ayer a disposición del juzgado de guardia de Alicante, cuyo titular acordó el ingreso en prisión provisional. Mientras tanto, continúa abierta la búsqueda del segundo atracador que participó en los hechos.

Las chicas asaltadas en plena madrugada, a principios de febrero, alertaron a la Policía Nacional a través de la sala del 091. Tras tomar las primeras manifestaciones a las víctimas y testigos, los investigadores iniciaron entonces las pesquisas, dentro de la denominada ‘Operación Sabio’, que condujeron a la identificación de uno de los presuntos delincuentes.

Finalmente, fue detenido por la Policía cuatro meses después de haberse producido el robo con violencia e intimidación.