Eugeniu T., el rumano que asesinó presuntamente en junio de 2008 a la pareja de jubilados alemanes para los que había trabajado como jardinero, será examinado por un psiquiatra. Así lo ha acordado el responsable del antiguo Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Dénia, quien mantiene abierta la investigación y prorrogó el pasado 26 de mayo la prisión preventiva del sospechoso, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV).

Como ya publicó este diario, las pesquisas se dieron por concluidas a lo largo del verano del pasado año, pero la Sección Segunda de la Audiencia decidió revocar el auto de conclusión del sumario para la práctica de nuevas diligencias.

Entre esas nuevas pruebas se encuentra una pericial psiquiátrica que debe determinar, al parecer, el estado mental del presunto asesino. Cuando hayan concluido, la Audiencia confirmará su procesamiento y la Fiscalía, la defensa y la acusación particular podrán elevar sus conclusiones provisionales.

El juicio oral, por tanto, tardará aún varios meses en celebrarse. El tribunal encargado de su enjuiciamiento dispone en cualquier caso de dos años para fijar la fecha antes de que el acusado salga en libertad provisional.

El jueves de la pasada semana se cumplieron dos años desde que los cadáveres de Günter y Roswitha Messemer, de 78 y 85 años, fueron hallados en medio de un charco de sangre en la entrada de su ático de la avenida de la Paz de Moraira. Los Messemer habían sido cosidos a puñaladas y la caja de caudales se encontraba vacía.

Eugeniu, que había sido empleado por ellos como jardinero en un chalé de una urbanización de Benissa, fue apresado poco después como presunto autor del doble homicidio.

Unas cámaras de seguridad del Ayuntamiento de Dénia le grabaron cuando conducía el Mercedes CLK Cabriolet de Günter. Luego, el presunto asesino confesó en Madrid a su mujer la atrocidad que había cometido y ella le denunció.

Algunas fuentes consultadas por este diario apuntan a que el procesado era o es consumidor habitual de cocaína y podría haber alegado dicha circunstancia en su descargo a lo largo de la instrucción judicial. Probablemente, el informe psiquiátrico ordenado por el juez también guarda relación con alguno de los argumentos esgrimidos por su defensa.

La autopsia determinó que los jubilados lucharon con su verdugo para defenderse. En sus manos fueron encontrados algunos restos biológicos del reo que delataban esa pelea previa. Policía Local de Teulada – Moraira y Guardia Civil fueron alertados por unos amigos del matrimonio que no tenía noticias de ellos desde hacía días.

Los agentes se toparon en el escenario del crimen con múltiples manchas de sangre, un cuchillo de cocina en el suelo, la caja fuerte abierta y todo revuelto.

Cámaras de seguridad

El ex jardinero aparcó el coche robado en la zona de estacionamiento de l’Espai La Senieta, donde unas cámaras de seguridad captaron su rostro. Esa prueba, junto al testimonio de su pareja, para detenerlo después en Madrid.

Los Messemer eran muy conocidos entre la colonia alemana que reside en Teulada – Moraira y otras localidades cercanas de la Marina Alta. Günter había sido un empresario metalúrgico de éxito en su país que se instaló en la provincia de Alicante hace décadas.

A la fecha de su muerte, se dedicaba a colaborar con medios de comunicación y a escribir guías turísticas sobre la comarca para ciudadanos extranjeros. El matrimonio de ancianos alemanes disfrutaba de un alto tren de vida y había residido durante un tiempo en una chalé de Benissa donde dieron trabajo al que luego sería su verdugo.