Una organización eficiente formada por gentes abnegadas y entregadas, amantes de su labor, con una preparación jurídica sobresaliente, va a ser suprimida porque sus funciones van a ser asumidas por “entidades”.

A lo peor les hago un flaco favor a sus abnegados trabajadores elogiando su empeño como ejemplar. Pero me lo pide el cuerpo. Algo que funciona, ¡fuera!. “Entidades”, más o menos , mucho o nada corruptos que pululan por el ámbito de la inmigración: ¡cazo! Es que Heldu cuesta un millón de euros. Y voy a ser impopular. ¿Qué ha costado la barra libre de la Real? ¿Y Tabakalera? ¿Y la imposible Intermodal.? Los solidarios.

Hay personas que se enriquecen hasta lo que no son capaces de gastar. Y otras que mueren. Que mueren. Repito que mueren debajo del puente de hierro. O de Txara. Política social.

Y funcionarios policiales en tareas ingratas, durísimas muchas veces. Y una sociedad narcotizada sin conocer pactos con potencias extranjeras.

Váyase a sede parlamentaria y dígase en un artículo único: “Guiris pobres al paredón”.

No menoscabo para nada los esfuerzos de los distintos cuerpos policiales por mantener el correcto funcionamiento de la vida civil, que, las cosas como están, no es fácil. Amigos del gobierno: no hay atajo sin trabajo. Y quien tenga algo parecido a conciencia social, a lo mejor siente algo.

Tal vez, como dijo en una ocasión un gran jurisconsulto de nuestra tierra, “este pensamiento es minoritario”.