El padre y el hermano de una joven de 16 años a la que asesinaron en 2007 por negarse a seguir las tradiciones paquistaníes fueron condenados a cadena perpetua por un tribunal canadiense, informaron este jueves medios locales.

El juez resolvió que Muhammad Parvez, de 60 años, y su hijo Waqsa Parvez, de 29 años, no podrán solicitar libertad condicional en 18 años, después de que los dos se declarasen culpables del asesinato en segundo grado de Aqsa Parvez.

En su sentencia, el juez calificó el crimen como “retorcido y repugnante”, y dijo que era “profundamente desconcertante que una joven de 16 años sea asesinada por su padre y su hermano para salvar el orgullo de la familia, para salvarles de lo que percibían como una vergüenza familiar”.

La familia procede de Pakistán y había emigrado a Canadá cuando la joven tenía 11 años.

Aqsa Parvez era la más joven de ocho hermanos y fue asesinada el 10 de diciembre de 2007 en su dormitorio. Inmediatamente después de su muerte su padre llamó a la policía y confesó el crimen.

Cuando la policía llegó al domicilio familiar, el padre recibió a los agentes con las manos ensangrentadas, pero, según la sentencia, Aqsa fue estrangulada por su hermano Waqsa.

Aunque el asesinato ha sido calificado como un “crimen de honor”, el abogado defensor de Muhammad, Joseph Neuberger, lo negó y manifestó que el padre había intentado hacer “concesiones” para salvar la relación con su hija.

“Por dos veces [Aqsa] se escapó de casa y él fue a la policía a que le ayudasen a buscarla. Esto no es consistente con un padre que busca vengar el orgullo de su familia”, dijo el abogado a la televisión canadiense CBC.

Según las declaraciones realizadas durante el juicio, Aqsa se rebeló contra su familia por la imposición de sus padres de vestir de forma tradicional paquistaní y su negativa a permitirla trabajar fuera de casa.