Pascual D. P., un empresario agrícola de Jumilla, conoce a la perfección la violencia con la que solían emplearse los componentes de una banda de asaltantes que acaba de ser desarticulada por investigadores de la comisaría provincial de Alicante. Presuntos integrantes de esta organización, que tenía como base de operaciones la Vega Baja alicantina, la emprendieron a golpes de bate de béisbol contra este hombre para robarle todo el dinero el pasado mes de mayo, en un día que era de cobro para unos 50 empleados que aguardaban su turno en cola.

La víctima se resistió para no perder una elevada suma económica, quizá, superior a los 50.000 euros. Entonces, se desencadenó un forcejeo y en medio de la refriega uno de los ladrones recibió un disparo accidental a manos de uno de sus compañeros de fechoría. Poco más tarde, era abandonado, tras ser arrojado de un coche, en la puerta del centro de salud de Jumilla para que le prestasen asistencia. Sobrevivió unas cuantas horas más, pero finalmente murió cuando estaba ingresado en el Hospital de la Arrixaca.

Las pesquisas de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante han llevado ahora a la detención de una decena de sospechosos, todos ellos magrebíes, como el varón que falleció tras resultar herido de bala, según ha trascendido. Fueron capturados en Torrevieja, Pilar de la Horadada, Orihuela y la población murciana de Beniel, de acuerdo con los datos recabados por este periódico.

Los ladrones, de nacionalidades argelina y marroquí, están acusados de numerosos robos violentos. En ellos exhibieron armas de fuego, porras, bates y hasta espadas o catanas, con las que intimidaron y, en su caso, agredieron al personal de empresas y a los inquilinos de viviendas habitadas.

Las víctimas llegaron a soportar verdaderas situaciones de pánico frente a unos sujetos que actuaban siempre armados y encapuchados para no ser reconocidos. En algunas ocasiones, los perjudicados fueron agredidos sin ningún miramiento.

Los investigadores de Crimen Organizado de la Udyco de Alicante, tras varios meses de arduo trabajo, fueron identificando, paulatinamente, a los presuntos miembros de esta peligrosa banda organizada dedicada al robo. Los seguimientos y vigilancias establecidos permitieron dar con el domicilio de todos los supuestos delincuentes, que buscaban pasar inadvertidos en zonas residenciales, preferentemente, de la Vega Baja alicantina.

La Guardia Civil de Jumilla también iba tras la pista de la red de asaltantes, después de que el pasado mes de mayo perpetrasen el robo frustrado en las oficinas de la explotación agrícola, ubicadas entre las calles Jaime de Grañana y Eliseo Guardiola.