Los Latin Kings detenidos en el rincón hernandiano lucharon por una mujer

Las Provincias, JESÚS FERNÁNDEZ | ORIHUELA., 18-06-2010

Una batalla campal por celos entre unos jóvenes a los que les gusta la misma chica. Los implicados en la multitudinaria pelea que tuvo lugar en el rincón hernandiano, desvelada ayer por este diario, habían acudido al domicilio de uno de los implicados en la reyerta para celebrar una fiesta. En el interior del inmueble se inició una discusión entre varios que acabó con todos ellos a golpes en el entorno del Colegio Santo Domingo, al parecer por un problema de celos entre varios de ellos que pretendían a la misma chica.

Éste es el detonante del enfrentamiento masivo entre los jóvenes, según se sabe de las primeras conclusiones extraídas por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Orihuela que investigan el caso. Los detenidos, seis de los cuales son menores, proceden de Callosa de Segura, de la pedanía oriolana de La Murada y de la propia ciudad de Orihuela, por lo que dada la magnitud de la trifulca los vecinos y la propia Policía creyeron que se trataba de uno de los violentos ritos de iniciación que utilizan estas bandas para integrar a nuevos miembros en su entramado. Por otra parte, seis de los detenidos son menores de edad y sólo uno de ellos, al parecer el presunto cabecilla de la banda, conocido como ‘King Queso’, ha admitido su pertenencia a los Latin Kings, según fuentes próximas a la investigación. De hecho, este joven ya tiene antecedentes judiciales por asociación ilícita, el delito que castiga la unión y organización de varios individuos en un grupo con una finalidad criminal.

No obstante, la Policía Nacional los dejó a todos en libertad provisional porque los delitos que se les atribuyen no son excesivamente graves, con la condición de que se personen ante la Fiscalía de Menores en cuanto sean requeridos..

Los jóvenes capturados el miércoles pertenecen a la banda ‘Leones Negros’, que efectivamente se integran dentro de la familia de los Latin Kings.

Fonseca confirmó además que estas bandas están asentadas en municipios como Callosa de Segura, Torrevieja y Orihuela, aunque restó importancia a su implanación y matizó que «no es preocupante por ahora su presencia ni hay razón para que exista alarma social con el asunto». En este sentido, recordó que los agentes han desarrollado ya «cuatro operaciones similares» que, hasta la fecha les han impedido tener un asentamiento definitivo en la ciudad ni en la comarca, aunque sí reconoció que dichas bandas están más implantadas en la Región de Murcia y la ciudad de Alicante. Informó el titular de la Comisaría que en el municipio de Orihuela son grupos de reciente creación, al igual que los ‘Ñetas’

Un universo propio

Las bandas latinas han sido capaces de crear un mundo propio de símbolos y de lenguaje. Uno de los agentes de la Brigada de Información de la Policía experto en el seguimiento de este tipo de grupos asegura que los símbolos son la principal forma de comunicarse entre los integrantes.

En su vestimenta y atributos utilizan lo que ellos definen como los ‘colores de la nación’; en el caso de los arrestados el dorado y el negro. Aseguró que cuando más ornamentos llevan – pulseras, collares, pendientes, gorras, anillos o cualquier otro atributo – , más importantes son dentro de la organización. Además, sostuvo que se trata de grupos «perfectamente organizados y jerarquizados con una estructura de mando», matizó.

Este especialista en pandillas urbanas indicó también que cada banda utiliza sus propios métodos de incorporación de nuevos miembros. Y detalló que, en muchas ocasiones, manifiestan comportamientos muy similares a los que exige un juego de rol. En este sentido, el experto explicó que el comportamiento del grupo se mimetiza en el caso de mujeres y hombres. Y tanto las pruebas de acceso a la banda como las actividades que desarrollan son las mismas, independientemente del sexo. Son frecuentes las reyertas entre bandas, pero también lo son entre miembros de la misma que pretenden subir en el escalafón. Algunas de estos pandilleros someten a los aspirantes a pruebas que definen con varios nombres. Por ejemplo, es común que los candidatos tengan que pasar una prueba que se conoce como ‘El minuto’, ‘La pared’ o ‘Dar amor’. Consiste en que todos los miembros del grupo propinan durante 60 segundos una brutal paliza al aspirante – patadas, puñetazos, bofetadas, tirones de pelo de orejas, pellizcos y cualquier otro tipo de tortura – y éste debe soportarlo sin más.

Muchos jóvenes que ven en esas bandas un futuro fácil, son los mismos que, tras sufrir brutales vejaciones y agresiones, ayudan a las Fuerzas de Seguridad del Estado a descubrirlas como arrepentidos.

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