bilbao. Hay indigentes que además presentan enfermedades psiquiátricas, agravadas por su estancia en la calle. Para atenderles, el Ayuntamiento de Bilbao y Osakidetza firmaron ayer un programa para la atención psiquiátrica a personas sin hogar, cuyo objetivo es la inserción social de este colectivo, además de prestarles atención médica.

Los encargados de rubricar el acuerdo fueron el concejal delegado del Área de Acción Social, Ricardo Barkala; la directora territorial de Bizkaia del Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno vasco, Adela Olaskoaga, y el gerente de Salud Mental de Bizkaia, Carlos Pereira. Apuntaron que los objetivos fundamentales de este convenio son atender a las personas que padecen trastornos mentales graves y, a través del Área de Acción Social, promover su integración social y mejorar su calidad de vida, mediante el acceso a los recursos sociales y sanitarios.

Los problemas graves de salud mental se dan con gran frecuencia entre los sin techo y gracias a este programa se atenderán anualmente a 40 personas, indicaron desde Osakidetza y el Ayuntamiento. La intervención sanitaria entre la población sin hogar presenta importantes dificultades. La primera de ellas es que, en muchos casos, la persona enferma no desea ser atendida, lo que requiere un prolongado trabajo previo de los educadores sociales para convencerles de que sean tratadas por personal sanitario. A esto, se suman problemas administrativos.

Lo que se conoce hasta ahora divide en tres grupos los sin techo que hay repartidos en Bilbao. La mayoría son personas jóvenes de entre 20 y 35 años del Magreb con problemas de papeles, sin trabajo y sin techo. Los Servicios Sociales creen que resolviendo su situación podrían integrarse en la sociedad. Otro grupo es el de los sin techo locales, personas más mayores que sufren algún tipo de patología, muchas veces fruto del consumo de alcohol y otras drogas.

Y un tercer grupo es el de un sin techo nuevo que aparece ahora. Son los inmigrantes que cada vez llevan más tiempo en la calle sin que puedan resolver su situación. Por esto acaban por consumir sustancias y pasan a cronificar su situación de vagabundos. Llegados a este punto es más difícil su integración.