El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha anunciado este martes que la nueva ley de libertad religiosa restringirá el uso del «burka» en los espacios públicos.

Caamaño ha esgrimido razones de «dignidad y seguridad» para eliminar la prenda de los espacios públicos y ha señalado la necesidad de “no crear un problema donde no lo hay. El «burka», como tal en España, no es uno de los grandes problemas”. Del mismo modo, el ministro de Justicia ha señalado que el Gobierno abordará “todo el fenómeno vinculado a la utilización de prendas que externalizan sentimientos religiosos y su utilización en espacios públicos”.
Un día después de Barcelona y Tarragona se hayan unido a la lista de capitales que prohíbe el «burka» y el «niqab» en los equipamientos públicos, Caamaño ha afirmado estar de acuerdo con las decisiones adoptadas en dichas ciudades, dado que cada una es “responsable de sus propios actos y deberán responder de ellos”.

Asimismo, el ministro ha pedido encontrar un criterio de proporcionalidad entre el espacio público en el que se está, la actividad que se desarrolla y la libertad religiosa.
Preguntado explícitamente por si se va a restringir el uso del burka o se va a prohibir, se ha remitido a lo que finalmente decidan las Cortes Generales, aunque ha matizado: “Nosotros creemos que hay elementos como el burka (y potencialmente otros atuendos) que son difícilmente compatibles con la dignidad del ser humano y, sobre todo, con elementos fundamentales en los espacios públicos como es la identificación”.