Dos familias viven desde 2008 en un autobús abandonado en Madrid

Los vecinos han logrado escolarizar a los niños y que dejen de vagar por la zona

Deia, E. press, 14-06-2010

Madrid. Dos familias con niños viven desde hace dos años y medio en condiciones deplorables en un autobús destartalado y una caravana inservible en una zona cercana a la carretera de Burgos, en el madrileño barrio de Las Tablas.

Las familias, según los vecinos, antes vivían en una chabola insalubre en el poblado de Valdemingómez, donde un incendio la quemó dos veces. Entonces, a principios de 2008 decidieron emigrar al nuevo barrio de Las Tablas, donde encontraron cobijo en un antiguo autobús que el ex jefe de uno de los cabezas de familia, Francisco, de unos 45 años, le cedió, al dejarle sin trabajo. Al principio se ubicaron en una zona con escaso tráfico, pero hace unos meses decidieron trasladar el autocar y sus pertenencias a una carretera de doble sentido utilizada por cientos de vecinos de Las Tablas para ir a trabajar a la capital por la A – 1 y por decenas de camiones que transportan vehículos a concesionarios.

Por ello, la Asociación de Vecinos de Las Tablas temen que algún día un coche atropelle a un niño. Y es que la decena de niños que allí habitan vagan con poco control por la zona con sus bicis. No obstante, su situación es mejor que cuando llegaron gracias a la ayuda de la organización vecinal, que consiguió que se escolarizaran en los colegios de la zona y dejaran así de vagar todo el día por el barrio. Precisamente, el presidente de la Asociación, Lorenzo Álvarez, explicó que la escolarización de los niños en estas cercanas escuelas es el motivo que alegan sus padres para no abandonar el barrio, tras varios ofrecimientos del Ayuntamiento de facilitarles algún alojamiento para su inserción social y laboral. Los padres son de nacionalidad rumana y desembarcaron en Madrid hace seis años, mientras que la mayoría de los niños ya nacieron en el Estado español. De hecho, el último integrante de este micronúcleo nació hace unas semanas junto a las tapias de las antiguas vías del tren. El representante vecinal afirmó que hace dos semanas agentes de la Policía Municipal de Madrid llegaron con una orden municipal para desalojar el autobús, pero miembros de una asociación de ayuda a inmigrantes paralizó la orden al solicitar un mandamiento judicial. Las familias rumanas tienen ahora cuatro meses para abandonar la zona.

Centro para toxicómanos Además de la presión policial, el Ayuntamiento de Madrid ha vallado el solar cercano donde se asientan los inmigrantes rumanos para evitar que vuelvan a construirse varias infraviviendas, como así ocurrió hace unos años. El solar, una vez retiren los centros de alta tensión, será donde se levante un centro de tratamiento de toxicómanos. “Están convirtiendo este entorno en un centro pseudomarginal”, indicó Álvarez. Por todo ello, reclamó la intervención de la Comunidad y del Consistorio madrileño para solucionar el problema. De hecho, los vecinos apuestan por llevar a estas dos familias rumanas a una casa prefabricadas situada en un centro de acogida familiar de San Roque. “Lo que me llama la atención es que algunas de estas casas están vacías”, indicó el presidente de la Asociación de Vecinos.

Las dos familias siguen sin luz y beben de una boca de agua. Los residentes en la caravana y el autocar viven de lo recaudado tras mendigar en los supermercados del barrio. “No nos molestan porque son ciudadanos europeos y han venido aquí a buscarse la vida, pero viven en unas situaciones higiénicas deplorables, por lo que son las administraciones públicas las que tienen que solucionarlo”, indicó Álvarez. Y es que los integrantes de la familia tienen que acudir al solar cercano para hacer sus necesidades. Las condiciones higiénicas y de salubridad en el interior del viejo autobús son pésimas, ya que en una de las literas duermen varios niños. El resto, en la caravana, a escasos metros de las nuevas equipadas urbanizaciones de Las Tablas.

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