Ni más ni menos que 27 años han pasado desde que un buen día Bahija Rtaiba hizo las maletas para cruzar el Estrecho en busca de una vida mejor que, no sin esfuerzo y sacrificio, ha conseguido en Mijas. Allá por 1983, la inmigración aún era algo extraño en esta localidad de la Costa del Sol que, en cambio, sí que se iba acostumbrando a entenderse en otros idiomas gracias a un turismo cada vez más floreciente. «Las cosas han cambiado mucho desde entonces en lo que se refiere a la convivencia y también en lo cultural y en las propias gentes. Estamos muy agradecidos a Mijas por habernos acogido», afirma Bahija, presidenta de la Asociación Marroquí Mijas Entreculturas cuya labor consiste en facilitar la integración de los inmigrantes en el municipio.

Una integración que durante todo el fin de semana está llevando por bandera con el Festival Internacional, un escaparate de la convivencia entre culturas que ha inundando las calles de Mijas Pueblo de música, color y sabor de los cinco continentes. Hasta 25 países participan en el evento, que ya el año pasado tomó el testigo del Día Internacional de los Pueblos para darle un nuevo concepto más amplio. En esta edición, las novedades son China, Jamaica y Paraguay. «Somos un mundo», repetía la megafonía. Y no le faltaba razón, teniendo en cuenta las 120 nacionalidades que conviven en el municipio. Desde la India hasta Cuba, pasando por Vietnam, Perú o el Reino Unido.

Esta particular vuelta al mundo está distribuida en cuatro rincones del pueblo, aunque la llamada Zona Roja, ubicada en la céntrica plaza Virgen de la Peña, es la que concentra la mayor parte de los ‘stands’ con la más variada oferta gastronómica (una vez más, los más llamativos fueron los asados de los argentinos y los uruguayos), se pueden presenciar y participar en actividades de todo tipo como pasacalles, talleres, clases de danzas exóticas e incluso una Olimpiada Bávara, con juegos relacionados con la cerveza y las tradiciones rurales alemanas. «Es muy divertido», asegura Jeff Bormes, un germano que lleva casi una década afincado en La Cala y que ayer, junto a su esposa Silvia, no dudó en enfundarse el traje típico de esta región.

Otros, como Armando Paulino, prefieren impregnarse del Mundial de fútbol con una camiseta de Brasil con fotos de los cinco campeonatos que ostenta la ‘canarinha’. Pero sin olvidarse de La Roja, pues lleva 18 años viviendo en una casa de campo de Mijas. «Llevo casi la mitad de mi vida aquí», asegura.

Paralelamente a estas jornadas multiculturales se están celebrando las Noches de Blues, con músicos de talla internacional como el estadounidense Lazy Lester y que este año ha contado con la presencia de Raimundo Amador como artista invitado.

Anticipo del verano

El Festival Internacional se ha convertido en la antesala de la temporada estival, que vendrá cargada de actividades en Mijas Pueblo dentro del programa Vive Mijas de Noche, una iniciativa que tendrá su puesta de largo el próximo 2 de julio y que continuará durante todo el verano con actuaciones en distintos puntos de la Villa, un mercado de artesanía y una ruta de la tapa para promocionar la gastronomía local.