En el sur la creatividad se desborda y, a su vez, hay menos medios de encauzarla. Es una paradoja que se ha producido a lo largo de la historia del arte en todas sus disciplinas. Los grandes músicos, cineastas, pintores, poetas y escritores padecen exilios, guerras, infancias traumáticas… Otros son cortados del mundo de un golpe seco y la muerte los convierte en leyenda.

Por este motivo, para tratar de crear el cauce que haga llegar al “primer mundo” la creatividad que se gesta en lugares con menos posibilidades comienza la cuarta edición del festival granadino Cines del Sur, en el que se proyectarán más de 60 películas de Asia, África y Latinoamérica hasta el próximo 18 de junio, de las cuales 10 supondrán un estreno absoluto. Se trata de películas llegadas de países como Palestina, Irán o Israel, que, según José Sánchez Montes, director del certamen, “han tenido un año muy fructífero en lo que a cine se refiere”.

Ayer por la noche tuvo lugar la gala inaugural en el teatro Isabel la Católica, presentada por la actriz española e hija de padre ecuatoguineano Vicenta N’Dongo, que dio a conocer las diferentes secciones de este año, la composición del jurado y las últimas novedades. Una de ellas será que el festival contará con las primeras declaraciones públicas del director de cine iraní Jafar Panahi, que acaba de ser liberado de una prisión de su país y que finalmente no podrá acudir al festival al haberle sido denegada la salida por las autoridades, ya que está en libertad bajo fianza. A través de un vídeo, Panahi agradecerá el apoyo recibido desde el festival granadino y hará sus primeras declaraciones sobre su estancia en prisión.

Entre los principales invitados al festival se encuentra la coreana Ounie Lecomte, que presentó su película A brand new life, ambientada en el verano de 1975 en una pequeña ciudad de su país. El filme relata cómo Jinhee, una niña de nueve años, emprende un viaje sin saber a dónde se dirige pero del que no puede escapar, sin más remedio que obedecer. Al llegar a Seúl, su padre la lleva a un convento de monjas en el cual hay un orfanato para niñas, con la esperanza de que alguien la adopte. Vicenta N’Dongo es una de las protagonistas. La actriz definió ayer el festival como “inverosímil”. "Aquí se muestran películas que sería imposible ver de ninguna otra manera.

En esa línea se encuentra una de las grandes apuestas del festival de este año. Se trata de una retrospectiva sobre cine filipino que abarca básicamente desde la década de los setenta hasta la actualidad.Con motivo de esta celebración está en Granada y participará en el jurado de la sección oficial del festival la directora filipina Laurice Guillen, de cuya filmografía destaca Salomé, un drama interpretado por Jina Alajar.