Bilbao. Xabier Aierdi es una de las personas que mejor conoce la realidad social de la inmigración en Euskadi. Por algo es el director de Ikuspegi. Los últimos datos que maneja señalan un estancamiento en la llegada de personas extranjeras a la capital vizcaina.

¿A qué cree que se debe ese parón?

Fundamentalmente, a la crisis económica.

La inmigración, por tanto, no es un fenómeno incontrolado.

Ni mucho menos. La inmigración es un fenómeno que se autorregula. De la misma forma que en un momento de oportunidad, los que están asentados llaman a los que están por venir, en un momento de recesión, como ahora, los que están aquí les dicen a sus compatriotas: tranquilos, no vengáis. Ellos manejan mucha más información de lo que nosotros pensamos.

¿En qué barrios de Bilbao se concentra el mayor número de extranjeros?

En el distrito de Ibaiondo, sobre todo en la zona de San Francisco, donde se puede llegar a un 4%, y con los barrios aledaños se llega hasta a un 10%.

¿No hay peligro de que se creen guetos?

No se puede hablar de guetos porque en Bilbao no tenemos grandes cifras de inmigración. Para tener guetos harían falta una cifras muy altas de personas inmigrantes, y luego, que cada comunidad tuviera muchos representantes. De todas formas, en otros barrios de Bilbao como Abando o Indautxu también hay un alto porcentaje de población extranjera, pero pasan más desapercibidos.

¿Por qué?

Porque es un tipo de inmigración más ligado al domicilio.

¿Bilbao acoge bien a los inmigrantes?

Bilbao y la sociedad vasca en general acoge razonablemente bien a la inmigración. Lo que domina es la ambivalencia.

¿Qué significa eso?

Significa que en algunos aspectos somos muy abiertos y en otros no tanto. Hay un público que es abierto en todos los sentidos y otro, cerrado en otros, pero la gran franja de la población, un 70%, es ambivalente.

¿El futuro de la inmigración?

Seguirá creciendo porque tenemos grandes nichos de necesidades. Vamos a requerir población extranjera durante mucho tiempo.