Pánico en Johannesburgo

ABC, E. S. MOLANO | PRETORIA, 07-06-2010

Al menos 25 personas resultaron heridas ayer en Johannesburgo, cuando miles de aficionados intentaban acceder a las inmediaciones del estadio Majulong para asistir al amistoso entre las selecciones de Nigeria y Corea del Norte.
Una tragedia, que a tan sólo cuatro días de que comience el Mundial, demuestra las precarias medidas de seguridad que ofrece el país, pese a haber desplegado a 55.000 «invisibles» policías.
La estampida que según algunas informaciones podría haber provocado, incluso, la muerte de una persona aplastó a varios aficionados que irrumpieron en el estadio al abrirse las puertas.
Poco después de producirse los hechos, la Policía impedía el acceso al recinto, pero nada más volver a abrirse la entrada del estadio, se produjo una segunda oleada que aplastó a numerosas personas contra las paredes y el suelo, antes de que la multitud terminara por dispersarse.
De igual modo, miembros de la seguridad privada del estadio indicaron que, de entre los heridos, al menos nueve personas habrían sido trasladadas en ambulancia a un hospital cercano, mientras que un oficial de Policía se encontraría en estado grave.
En el momento del incidente, ambas selecciones estaban saltando al campo y ninguno de los jugadores se enteró de lo sucedido.
Sin embargo, ésta no es la primera tragedia que en los últimos años salpica al fútbol sudafricano. El 11 de abril de 2001, al menos 43 aficionados fallecían en el estadio Ellis Park (también de Johannesburgo), al ser aplastados en una estampida provocada por cerca de 30.000 personas durante el encuentro entre los Kaizer Chiefs y los Orlando Pirates, el clásico por excelencia del «país del arco iris».
Aunque las estampidas no serán el único quebradero de cabeza de la organización durante este Mundial. Ayer mismo, diez «barras bravas» fueron detenidos nada más llegar a Johannesburgo en un vuelo procedente de Angola. Los hinchas argentinos, algunos con causas judiciales pendientes, serán deportados hoy a Buenos Aires tras pasar la noche en una zona del aeropuerto Tambo restringida al público. Todo esto se debe a que ocho oficiales de la policía argentina colaboran con agentes sudafricanos en Johannesburgo y Pretoria, donde está la selección de Maradona.

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