Lo que el «burka» esconde

ABC, MARÍA JESÚS CAÑIZARES | BARCELONA, 06-06-2010

Hay quien asegura no haber visto mujeres con «burka» en Cataluña. Pero, según al alcalde de Tarragona, Josep F_lix Ballesteros, le consta la existencia de tres casos en su ciudad, mientras que su homólogo de Lérida, Àngel Ros, eleva la cifra a veinte. Ambos ediles tienen en común haber roto la disciplina de partido, el PSC, con sendas mociones para prohibir el uso de este velo integral, prenda tradicional de algunas mujeres musulmanas. Lérida se convirtió el pasado 28 de mayo en la primera ciudad española en prohibir ese velo en las dependencias públicas y Tarragona lo hará previsiblemente el día 16.

El presidente José Montilla se ha manifestado en contra de regular el «burka» – prenda que cubre la cabeza y el cuerpo – y esta semana, su partido desautorizó a la alcaldesa de Cunit (Tarragona) por pretender llevar al Senado una propuesta de prohibición a nivel nacional. El PP catalán ha recogido el testigo de esa iniciativa y su presidenta, Alicia Sánchez – Camacho, ha anunciado que presentará una moción en la Cámara Alta, que hará extensiva al «niqab» – cubre la cara excepto los ojos – . El Gobierno catalán, que cifra en seis el número de «burkas» avistados en Cataluña, no ve necesario regular el uso de esta prenda porque, según afirma la directora general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Montserrat Coll, es desproporcionado. «No estoy de acuerdo con castigar. La libertad de la mujer es más importante», asegura Coll. Una reflexión que encierra tanta contradicción como la que existe en PSC y ERC, formación esta última responsable de ese negociado. El tercer socio del tripartito, ICV, se opone rotundamente a regular este asunto.

Los titubeos de CiU

Socialistas y republicanos votaron en contra de prohibir el velo integral en Barcelona, posiblemente porque la moción había sido presentada en el Ayuntamiento por el PP. En este caso, CiU se abstuvo. Los nacionalistas tampoco han sido un ejemplo de coherencia en este proceso, pues han presentado mociones similares en El Vendrell y en Reus, ciudades tarraconenses gobernadas respectivamente por CiU y PSC. En cambio, el líder de la federación, Artur Mas, rechaza una regulación a nivel estatal, tal como propone el PP. ERC, por contra, afirma que no descarta secundar esa iniciativa en el Senado.

Mientras tanto, el goteo de ordenanzas municipales donde se abordará esta cuestión no cesa. En Tàrrega y Cervera, localidades leridanas, Partit per Catalunya – escisión de la xenófoba Plataforma por Cataluña – , impulsará sendas mociones, mientras que en L´Hospitalet de Llobregat (Barcelona), lo hará el PP. En el trasfondo de este proceso se sitúa la incapacidad de los grandes partidos catalanes, PSC y CiU, de abordar sin complejos la cuestión de la inmigración y de sintonizar con el territorio. De ahí que la cúpula nacionalista desautorizara al alcalde de Vic (Barcelona), Josep Maria Vila d´Abadal (UDC), cuando intentó excluir del padrón a los «sin papeles». Los concejales socialistas de ese municipio también secundaban esa iniciativa, pero fueron llamados al orden por la dirección del PSC. Plataforma por Cataluña, el primer grupo de la oposición en Vic, ha anunciado que propondrá la prohibición del «burka». Curiosamente, una de las promesas electorales «estrella» de Artur Mas es el «carné de puntos» para los inmigrantes, donde el catalán, más que un mérito, se convertía en requisito. El espíritu de ese «carné» está presente en la recién aprobada ley de acogida de las personas inmigradas, quienes deberán acreditar el conocimiento del catalán para lograr un certificado de arraigo.

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