TRIBUNALES

Quince años de cárcel por favorecer la inmigración clandestina en un club

Prestaron dinero a tres mujeres para entrar como turistas en España cuando iban a trabajar como prostitutas en Ezkio-Itsaso

Diario Vasco, - JAVIER PEÑALBA | SAN SEBASTIÁN., 03-06-2010

La Audiencia de Gipuzkoa ha condenado al dueño de un local de alterne de Ezkio-Itsaso y a dos encargados del establecimiento a seis, cinco y cuatro años de prisión respectivamente por favorecer la inmigración clandestina. Uno de los inculpados ha sido sentenciado a un año por agredir sexualmente a una prostituta. Los tres, junto a otras cinco personas, han sido absueltos de coaccionar a las mujeres para que ejercieran la prostitución.
El proceso judicial que ha dado lugar a este fallo tiene su origen en una operación policial desarrollada en septiembre de 2007 por la Policía Nacional de San Sebastián. Los agentes concluyeron que en el club ‘La Bolera’, un grupo de mujeres extranjeras que se hallaba en situación irregular era obligada a ejercer la prostitución. Sostuvo que permanecían retenidas de forma continuada en el interior del establecimiento, del que ni siquiera tenían posibilidad de salir, en tanto no pagaran el precio de los billetes de avión desde sus países de origen hasta España. Según la investigación, las deudas triplicaban el precio de los pasajes y llegaban a alcanzar los 6.000 euros. De esta manera, los responsables del local les impedían abandonar el club, mientras no saldaran estas cantidades. Indicaron también que las jóvenes permanecían engañadas y que llegaban a creer que en España les aguardaba una oferta de trabajo distinta a la prostitución.
Ahora el tribunal ha estimado sólo en parte de las imputaciones formuladas por la Fiscalía, pero ha rechazado otras. La Audiencia considera que el dueño del establecimiento, Isidoro T.B.; la mujer que se encargaba de captar a las jóvenes en Brasil, Aldeide C.B., así como un camarero del local, Francisco P.G., son autores de un delito de favorecimiento a la inmigración clandestina. Señala en este sentido el tribunal que estos tres acusados, a fin de burlar los controles administrativos de la frontera, pagaron el billete de avión a tres mujeres, y les entregaron una cantidad de dinero para facilitarles la entrada en el país en calidad de turistas, si bien la intención real e inicial de ellas era trabajar como prostitutas en el Club ‘La Bolera’».
Plena libertad
La Audiencia, sin embargo, entiende que los acusados no coaccionaron a las mujeres para que ejercieran la prostitución, tal como argumentó la Fiscalía. «Entraron de forma voluntaria a trabajar en el club y con el dinero que obtenían del ejercicio libre de la prostitución pagaban, de forma periódica, la casa, la carta, y el resto, quedaba para ellas. Y de hecho mandaban dinero a sus países de origen», se indica en la sentencia. Añade en este sentido que tuvieron «plena libertad de movimientos, dentro y fuera del club» al tiempo que mantuvieron un control y posesión de su documentación además de plena disponibilidad de las ganancias que obtenían, «con las cuales saldaron, total o parcialmente, la deuda contraída con quiénes les habían ayudado, facilitándoles, su entrada en territorio nacional», se indica en la resolución.
La Audiencia ha condenado también al camarero a un año de prisión por un delito de agresión sexual, después de que tocara el pecho a una de las chicas con la que había pretendido mantener una relación sexual.
La Audiencia ha absuelto a otras cinco personas, Carlos T.B., Ignacio María L. M., María Lourdes F.A., Elena A.A. y Juan Tomás G.J. que fueron acusadas de obligar a las mujeres a que se prostituyeran.

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