Más necesidad, más solidaridad

Cáritas Bizkaia incrementa su cifra de socios, voluntarios y donaciones en plena crisis

Deia, Shaila P. Rodríguez, 03-06-2010

Bilbao. Las malas rachas, los periodos de necesidad, ya sea por motivos económicos o por algún tipo de desastre natural, saca a la luz el lado más humano y generoso de las personas. La necesidad llama a la solidaridad. Por lo general, cuanto peor es el contexto social, mayor es el afán por arrimar el hombro y ayudar a quien más lo necesita. En la actualidad, mientras el mundo se encuentra inmerso en una difícil coyuntura económica, es cuando más gestos de solidaridad se ofrecen. Las cifras que la organización Cáritas Bizkaia registró durante el 2009 así lo corroboran. Dentro de una de las peores crisis a nivel mundial de los últimos años, Cáritas ha incrementado el número de socios que colaboran con ellos, el número de voluntarios que trabajan en sus proyectos y el volumen de donaciones que han recibido.

“Existe una tendencia a la mejora en estos ámbitos. Pero también crece significativamente el número de ayudas económicas que concedemos y el aumento de las personas que atendemos debido a la situación de los últimos 20 meses”, explica a DEIA Carmelo Corada, miembro de Cáritas Bizkaia.

El pasado año el programa de atención primaria, que se encarga de las necesidades básicas de quienes la solicitan, atendió un 35% más de personas que en 2008. En cuanto a la solicitud de ayudas económicas que Cáritas recibió en 2009, también se vio incrementada, en concreto, supuso un 47% más que en 2008. Esta organización sin ánimo de lucro no ha conseguido dar “a basto” ante la oleada de nuevas solicitudes de ayuda. La mayoría vienen desde las comunidades cristianas y de nuevas entidades. Así, los socios han incrementado ligeramente sus aportaciones y se han crecido las ayudas.

Lo cierto es que Cáritas Bizkaia continúa atendiendo anualmente entre 10.000 y 11.000 personas, a las que se debe de sumar los nuevos casos. La crisis ha hecho que las personas que acuden en busca de ayuda presentan problemas más graves. “En muchos casos llegan derivados de los servicios sociales o por la lenta respuesta de éstos”, dice Corada.

Del mismo modo, la crisis ha propiciado un cambio en el perfil de las personas que recurre a la solidaridad. “Muchas son familias vascas que, por primera vez, se ven ante la necesidad de acudir a Cáritas ante una situación de vulnerabilidad. También piden ayuda los inmigrantes asentados y regularizados que tras perder su empleo no pueden renovar el permiso de residencia”, comenta. Pero la pobreza no es sólo cuestión de dinero. Desde Cáritas Bizkaia destacan que “existen otras causas como el sentimiento de soledad, la falta de relaciones, la enfermedad mental o la falta de un futuro claro”.

Aportaciones solidarias El pasado año, el número de personas, fundaciones y asociaciones que colaboraron económicamente con Cáritas Bizkaia aumentó, al igual que las aportaciones que realizaron aquellas agrupaciones que ya cooperaban con la organización. Entre ellas, la Fundación Carmen Gandarias, que no dudo en plantear un proyecto “de carácter paliativo”, denominado Programa de Empleo Solidario Gizalan, mediante una aportación económica de un millón de euros. “Decidimos realizar una aportación importante porque en una situación como la actual, teníamos que dar un paso adelante”, explica Carlos Abuin, gerente de la fundación. Por ello, e través de Caritas crearan, entre 50 y 70 puestos de trabajo en tres ámbitos diferentes. “En principio son trabajos temporales, de un año, pero la prolongación de los mismos dependerá de la evolución económica”, asegura Abuin.

Otra de las entidades que colabora con Cáritas Bizkaia “desde hace años” es la Fundación Antonio Menchaca de la Bodega. La fundación coopera mediante aportaciones económicas a diferentes organizaciones. En esta ocasión ha previsto organizar un comedor social o comedor económico que tendrá vigencia, como mínimo, “durante tres años”, apunta Juan Carlos Sánchez, secretario de presidencia de la Fundación Antonio Menchaca de la Bodega. La iniciativa atenderá a 150 personas afectadas por la crisis en Barakaldo y Ezkerralde gracias a la donación de 130.000 de la fundación. “Se trata de una iniciativa ilusionante, por lo que estamos decididos a ampliar esa cantidad hasta los 150.000 euros”, confirma el miembro de la fundación. Asimismo, Sánchez asegura que tienen previsto prorrogar la participación en este proyecto “durante los próximos ejercicios”. La organización del comedor económico se lleva a cabo gracias a la participación de varias organizaciones sin ánimo de lucro. Así, la Fundación Antonio Menchaca de la Bodega subvenciona el proyecto. Cáritas Bizkaia se encarga del personal y el voluntariado, el Banco de Alimentos aporta la materia prima y es la firma Zaldua quien se ocupa de la restauración y preparación de los alimentos.

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