La detención de funcionarios corruptos que se aprovechan de la necesidad de regularizarse de los inmigrantes ‘sin papeles’ no es nueva en la provincia. En marzo del año 2003 tres trabajadores de la Oficina de Extranjería de Alicante fueron apresados por cobrar dinero para agilizar expedientes y tramitar fraudulentamente solicitudes.

Esas prácticas también alcanzaron al Consulado de Argelia en Alicante con una operación de la Guardia Civil en mayo de 2007 que se saldó con la detención de dos de sus trabajadores Smail B. y Ryad C.M., quienes están acusados de aceptar sobornos para evitar expulsiones.