El jefe de la mafia ruso-georgiana Zakhar Kalashov ha sido condenado a siete años y medio de prisión por blanquear de manera continuada en España el dinero que obtenía de su larga lista de actividades criminales.

Se trata de la primera sentencia dictada en España y prácticamente en Europa Occidental contra este tipo de organizaciones, y atiende sólo en parte a las pretensiones condenatorias de la Fiscalía Anticorrupción, que pedía 12 años para Kalashov. La Sección Segunda de la Audiencia Nacional impone penas de entre dos y cinco años de cárcel a otros cinco acusados de blanqueo, pero rechaza aplicar la condena de asociación ilícita que reclamaba el Ministerio Público para algunos de ellos. Seis de los 12 acusados entre ellos, los de menor relevancia han sido absueltos.

La sentencia dictada por los magistrados Ángel Hurtado (presidente), Julio de Diego (ponente) y Enrique López arranca el apartado de «Hechos Probados» afirmando que Kalashov es un destacado Vor v Zakone (ladrón de ley), tal y como se denomina a «los máximos dirigentes de la criminalidad organizada gestada en la antigua Unión Soviética». Añade que su abultado patrimonio tiene su origen en actividades como la extorsión, los asesinatos por encargo, el tráfico de armas y drogas, así como del control de tres casinos de Moscú.

Kalashov no ha sido condenado por esas actividades fuera de España, sino por sus maniobras para blanquear en nuestro país el dinero que obtenía de ellas a través de sociedades instrumentales a cargo de testaferros. El tribunal suma a su condena de prisión 20 millones de euros de multa.

La sentencia establece que Kalashov deberá ser expulsado de España donde no estaba en situación legal en cuanto cumpla tres cuartas partes de la pena o acceda al tercer grado. Su destino podría ser el cumplimiento de la condena de 19 años impuesta en Georgia por su condición de ladrón de ley y secuestro. Precisamente esa sentencia previa es la que libra al principal arrestado de la operación Avispa de ser condenado en España como líder de una asociación ilícita. El fiscal de Anticorrupción José Grinda rechazaba esta aplicación del principio de ne bis in idem porque la sentencia de Georgia aún no se ha ejecutado.

La Sala tampoco aplica la asociación ilícita al resto del banquillo, al considerar que se trata de simples peones que Kalashov empleó en sucesivas fases de su actividad delictiva y que en muchos casos ni siquiera tenían relación entre sí. Entre los absueltos se encuentran los dos primeros abogados españoles de Kalashov y el «asesor jurídico» Alexander Gofshtein, llegado desde Moscú. A este último se le intervinieron las conversaciones en prisión con Kalashov, a las que la Sala no pone objeciones pero en las que tampoco encuentra indicios de delito. Del mismo modo, los magistrados no han atendido el resto de objeciones planteadas por las defensas a la instrucción del juez Fernando Andreu.

Kalashov está en libertad provisional y seguirá en esa situación mientras se resuelve su recurso ante el Supremo. Por su parte, Anticorrupción considera positiva la sentencia y cree que permitirá seguir adelante con mayor seguridad en otras investigaciones abiertas en la Audiencia Nacional derivadas de la operación Avispa y la operación Troika, alguno de cuyos implicados ya aparece en la sentencia conocida ayer con la categoría de ladrón de ley.