«A alguna chica la han mandado al hospital»

La asociación de vecinos del casco antiguo de Cartagena tilda de «matones con túnica» a los islamistas que pegan a las prostitutas

El Mundo, PEDRO SIMÓN / Madrid , 02-06-2010

«No queremos que haya prostitución en el barrio, pero los límites los marcan la Constitución, las leyes y la libertad individual que hace que una mujer pueda hacer lo que le dé la gana. Abogamos por su reinserción. No podemos consentir lo que están haciendo con ellas estos matones con túnica».

El que habla es Jaime Gómez, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo Isidoro Máiquez de Cartagena. «Lo que están haciendo con ellas» le da para decir una frase interminable sin darse un respiro: «Estos musulmanes integristas las insultan, las atropellan, las pegan, a alguna la han mandado al hospital, son vejadas, escupen a estas chicas a la cara, las llaman perras, las vigilan muy de cerca, tratan de atropellarlas con sus vehículos…».

Para el portavoz de la asociación vecinal Isidoro Máiquez (20.000 conciudadanos del Casco Antiguo detrás), el problema comenzó cuando Yazid Koudri, presidente de la comunidad islámica de Cartagena, se hizo con el control de la mezquita y se afanó en limpiar el barrio por su cuenta.

«Se cree el dueño del barrio aún hoy; la autoridad de todos, el dueño de la calle. Pone a personas de confianza para que nadie se acerque a las prostitutas. Y esto no se puede tolerar… La Policía acude, per cuando llegan los agentes, ya se han ido».

En lo que va de año, el imam suma ya media docena de denuncias en contra cuatro meretrices y dos comerciantes, el dueño de la carnicería y el del locutorio. La alcaldesa cartagenera, Pilar Barreiro, ha pedido al Ministerio del Interior presencia policial que apoye a los agentes locales en estas calles y el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, ha levantado bandera blanca haciendo un «llamamiento a la calma y a la convivencia».

Nacho Pardo es el coordinador del Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo (CATS) de Murcia. Vaya una distinción por delante, advierte: el problema no es con los musulmanes, el problema es «con este religioso radical».

«La cosa es delicada. Estuvimos hace año y medio hablando con una persona con muchísimo predicamento y prestigio entre la comunidad musulmana de Murcia, para que conversara con este imam y le hiciera cambiar. La contestación que nos dio es que iba a ser difícil, porque es hiperintegrista», señala Nacho Pardo. «No sólo insulta y agrede a las chicas en el barrio, sino a los integrantes de su propia comunidad. Se pasea con sus esbirros a la entrada de las calles y chequea a los clientes».

C. Fernández, residente en el Casco Antiguo y tesorera de la asociación vecinal, habla del «machismo» que destila Koudri y de la vulnerabilidad de unas mujeres que tienen que hacer «lo imposible» para «sacar adelante a sus hijos».

«Hace un mes vino a verme. Lo hizo cuando estaba sola. Ya sabía que nuestra asociación no defendía sus métodos. En tono agresivo y señalándome con el dedo me increpaba. Me decía que teníamos que obedecerle. Así se las gasta».

Después de todo, Yazid Koudri niega que sean ciertas las denuncias, afirma que son ellas las que le «provocan», asegura que no tiene nada contra las prostitutas y defiende que él puede aconsejar a la gente en la calle lo que quiera. Lo tiene claro el imam: «Estamos en un país libre».
«El imam es hiperintegrista», dice el Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo
La Delegación del Gobierno hace un «llamamiento a la convivencia»

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