En el Ministerio de Trabajo e Inmigración se encendieron ayer todas las alarmas. La decisión del Ayuntamiento de El Vendrell (Baix Penedès) de seguir los pasos de Lleida y prohibir en los próximos días el uso del velo integral en dependencias municipales es vista en el Ejecutivo como una «huida hacia delante delirante y electoralista» que podría contagiarse a otras ciudades. Horas después de esta reflexión, el grupo de CiU en el Ayuntamiento de Reus (Baix Camp) confirmaba el temor gubernamental al anunciar su intención de presentar también una moción prohibicionista.
Inmigración interpreta la decisión inicial del alcalde socialista de Lleida como el fruto de una competición con CiU por llevar la iniciativa en una decisión que el ministerio considera inútil cuando no contraproducente. Ahora será el grupo de CiU de Reus, como pasó en la capital leridana, el que posiblemente ponga a prueba desde la oposición al gobierno socialista local.

El PP de Reus apoya la idea, mientras que el PSC local dijo ayer que no se plantea proponer el veto. «En la ciudad no hay ningún tipo de inquietud social, los problemas de los ciudadanos son otros», dijo el edil socialista Eduard Ortiz.

Inmigración advierte de que esta escalada de propuestas prohibicionistas pueden causar lo contrario a lo perseguido: una mayor presencia de velos integrales en las calles.

La alarma en el ministerio tiene que ver, además, con el hecho de que las dos principales fuerzas políticas catalanas, el PSC y CiU, no tengan un criterio compartido. De hecho, ni siquiera las dos por separado tienen un criterio homogéneo en sus respectivas filas.

La dirección de los socialistas catalanes asegura que, por su parte, no impulsará una regulación global del uso del velo integral y que no tiene constancia de que otros alcaldes del PSC pretendan emular a su colega y correligionario de Lleida, Àngel Ros.

DEBERES QUE CUMPLIR / En El Ven-

drell, la moción que probablemente acabará de redactar hoy el gobierno de CiU pretende prohibir el uso del velo integral en equipamientos públicos. «Debemos enseñar que en nuestra sociedad existen una serie de derechos y deberes que hay que cumplir», justificó Jaume Domingo, edil de convivencia y civismo. CiU tendrá que buscar aliados entre el PSC, ERC o la xenófoba PxC, dado que gobierna en minoría. Ninguno de estos grupos desveló ayer el sentido de su voto. Solo el portavoz de ERC, Eladi Llop, advirtió: «Alguien está jugando con fuego».

La crispación entre la comunidad musulmana de El Vendrell y las fuerzas del orden ha ido en aumento desde el año pasado. El jefe de la comunidad islámica del Penedès, Abdelouahab el Youssoufi, advirtió ayer de que el malestar interno sigue creciendo y rechazó la moción: «Solo hay cinco o seis mujeres que llevan burka, pero es porque son muy religiosas y hay que respetarlo».