«La mayoría de nuestros clientes son marroquíes, ecuatorianos y españoles», comenta Marta. «Se atreve con los árabes, a ellos sí trata de llevárselos a la mezquita. Pero cuando se acerca a soltarle el sermón al resto, se le enfrentan. Le dicen: ‘Usted no manda en mi vida’, y le dejan ahí».

Si hasta la fecha el imam ha recibido media docena de denuncias, también algunos musulmanes de la mezquita Ennour han acudido a los tribunales por supuestas agresiones de las meretrices.

Es el caso del ghanés Mohamed Awall, que según el testimonio que ofreció en comisaría, el pasado 9 de mayo fue atacado por «siete u ocho mujeres» en la calle San Cristóbal La Larga.

«Una vez a mi altura comenzaron a escupirme y a empujarme a la vez que me decían: ‘Puto negro, vete de aquí, mejor que te vayas tú, como te mandemos nosotras ya verás’. Empezaron a darme patadas y puñetazos». Awall fue atendido en el Hospital Santa María del Rosell. Presentaba cervicalgia. Estuvo un tiempo con un collarín. Luego se esfumó.