«Aquí se han inscrito para votar más de 9.200 colombianos, pero al final no vendrá más del 50%». El cónsul colombiano en Valencia, Jorge Alberto Velázquez, sabe de lo que habla porque no son las primeras elecciones que vive desde su cargo. La mañana de ayer, día en que los colombianos estaban llamados a elegir nuevo presidente de su país, transcurría muy tranquila en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica. En 19 mesas debían ejercer su derecho al voto los residentes en la Comunitat Valenciana y Murcia. Pero finalmente no llegaron al millar (980) los que acudieron alas urnas. El cónsul achacó el bajo porcentaje a que «muchos viven lejos de Valencia o no les han dejado el día libre en el trabajo».

Aun así, las votaciones se auguran muy reñidas entre el candidato oficialista, Juan Manuel Santos, y el del Partido Verde, Antanas Mockus.

«Yo le pido a Dios porque este hombre con los pantalones amarrados salga elegido y pueda seguir con la política que ha hecho nuestro presidente Álvaro Uribe», manifestaba Samel Galeano, acompañado de buena parte de su familia. «Llevo aquí ya más de seis años y hace dos meses pudo venir, por fin, mi esposa». Galeano es el editor de «Actualidad latina», un periódico gratuito que se distribuye entre la comunidad hispanoamericana residente en Valencia «y en el que sólo contamos noticias positivas».

Daniel Humberto Serna ha venido expresamente de Alicante, donde reside, para votar. También tiene mucho que ver con el periodismo, como su compatriota Galeano, pero por motivos bien diferentes. «Soy periodista y vivo refugiado aquí porque en mi país estoy amenazado de muerte. El periodismo en Colombia es una de las profesiones más peligrosas. Literalmente, te juegas la vida». Confiesa que, al igual que su esposa, Blanca Nubia, abogada de extranjería en la capital alicantina, han apostado por Mockus. «Estas elecciones son cruciales para dar un nuevo rumbo al país y no seguir escribiendo nuestra historia con sangre».

La fruta tropical es lo que más echa de menos Álvaro Lozano de su tierra. Ha venido a votar por responsabilidad. «Los que estamos fuera de allí somos muy importantes para construir el país», reflexiona. Vino a Valencia hace doce años y siempre ha trabajado en la construcción. «Ahora la cosa no está muy bien, pero yo no me puedo quejar porque siempre sale algo».