Un informe elaborado por los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Lleida ha avalado vetar el acceso de personas con velos integrales como el “burka” con rejilla en la cara y el “niqab” que sólo deja al descubierto los ojos en equipamientos públicos de la ciudad, aunque no en la calle, informó ayer el alcalde de la localidad catalana, Àngel Ros.

El pleno del consistorio debatirá mañana una moción de CiU para prohibir las prendas a través de una ordenanza de civismo, y para plantear su regulación al Congreso y al Parlament.

Según el informe, los municipios no tienen capacidad para regular la forma de vestir de las personas en la vía pública es una cuestión de seguridad y de hábitos, por lo que deberían regularlo otras administraciones.

Por ello, Ros abogó por prohibir el acceso de personas con velos integrales en equipamientos públicos y por realizar un trabajo pedagógico con las comunidades religiosas, a través de la Asamblea de Religiones de Lleida.

La igualdad entre hombres y mujeres es “irrenunciable”, dijo Ros, y remarcó que los ayuntamientos tienen “toda la capacidad para fijar criterios de admisión sobre espacios cívicos, centros educativos, deportivos y culturales”. Asimismo, reiteró la necesidad de regular el uso del “burka” y el “niqab” desde el Parlament y el Congreso.

“Respetamos todas las religiones e identidades culturales, pero también pedimos respeto a los valores de nuestra sociedad, como la igualdad de género, y determinadas formas de vestir que tapan totalmente a la mujer entran en contradicción con criterios de igualdad”, explicó el alcalde.

La comunidad islámica de Lleida anunció ayer que recurrirá ante el Tribunal Constitucional y ante la Unión Europea si el ayuntamiento de la ciudad decide prohibir la utilización del velo integral en los equipamientos y espacios públicos.

Según Abdul Karim, responsable de la Comunidad Islámica de Ponentn y Pirineo, que agrupa a 16 mezquitas de la provincia de Lleida, la propuesta de prohibición que presentará el equipo de gobierno al próximo pleno del Ayuntamiento de Lleida “es una medida que vulnera la libertad de culto constitucional y que coarta la libertad de la mujer musulmana, que lleva el velo voluntariamente para seguir el mandato de Alá”.

Karim recuerda que “a las monjas que llevan velos e incluso que se encierran en clausura nadie les prohíbe nada”.

Además, considera que el uso del “burka” y el “niqab” en Lleida está poco extendido, por lo que cree que es “una cuestión política”.