África no festeja en blanco y negro

El Día de África pasa desapercibido en Euskadi y los inmigrantes lo celebran con sus compatriotas

Deia, maría r. aranguren, 27-05-2010

Bilbao

crisis, reducción del presupuesto en cooperación al desarrollo y una Europa que cada vez protege más sus fronteras. En ese contexto se celebró anteayer el Día Internacional de África y en ese contexto pasó prácticamente desapercibido. “No hay muchas iniciativas en el País Vasco que visibilicen la celebración de este día en el que hace medio siglo quince países obtuvieron la independencia en el continente”, asegura Cristina de la Cruz, directora del Doctorado en Estudios Internacionales e Interculturales de la Universidad de Deusto. “La comunidad africana lo celebra, pero para que sea un asunto de interés común tiene que formar parte de nuestra agenda política y social”.

La efeméride consta en los calendarios de la mayor parte de las asociaciones de inmigrantes en Euskadi, que subrayan en rojo el día y se reúnen para recordar. “Aquí llega lo mejor de África en ese momento, quienes pueden trabajar, quienes tienen capacidad para construir y la capacidad física, vital y moral de emprender el viaje”, continúa de la Cruz, organizadora de unas jornadas en la universidad con las que se festejó este día de emancipación del viejo continente.

Desde los conflictos armados, la deuda internacional o el sida hasta la belleza natural y cultural que encierran sus países. El Día Internacional de África remite a muchas realidades pero Mary Tere Guzmán, responsable del área de acción política y redes de la ONG Alboan, alude a la realidad migratoria. Un fenómeno que forma parte ya de la historia trágica del continente por las condiciones del viaje y que está lejos de finalizar.

“No creo que a quienes quieren emigrar les interese mucho la crisis o que piensen en la crisis como algo que puedan pagar. Comparado con la situación de los países desde donde llegan, los países occidentales pueden representar la mejor opción de vida”, reflexiona la investigadora Giulia di Carlo. “Hemos visto en el telediario de la mañana una noticia en la que se decía que, a pesar de la crisis, los inmigrantes siguen llegando a las costas. Ha aparecido una patera en Granada y llegarán más. Quien toma una decisión así no se para a pensar en la crisis”.

pateras

Arriesgar todavía más la vida

La crisis del llamado Primer Mundo también ha afectado a la política de control de fronteras. “La vigilancia está aumentando, pero lo único que se consigue es que la gente que decide venir arriesgue mucho más la vida”, asegura Mary Tere Guzmán. “Además, ese control va acompañado de medidas muy duras en términos comerciales y de inversión. Tenemos acuerdos ventajosos en determinados sectores pero prohibimos la entrada a las personas que viven ahí”.

La reducción del presupuesto destinado a políticas de cooperación al desarrollo en 800 millones produce malestar entre las organizaciones vinculadas con el continente, que recuerdan en este aniversario la responsabilidad de los gobiernos europeos. “Celebramos la independencia política de estos países, pero nos encontramos con sociedades colonizadas por un enfoque neoliberal y mercantilista que hace que quienes se beneficien sean las grandes multinacionales, que son los que encuentran oportunidades de ganar dinero con la mano de obra barata, los procesos de democratización más frágiles…”, comenta de la Cruz. “No hay solidaridad política. Todo queda al albor de lo que ocurra a nivel económico”.

Para Guzmán, existe un mito en torno a la cooperación que sigue rigiendo algunas prácticas políticas. “Pensamos que si ayudamos a los países pobres la gente no vendrá y no necesariamente es así. Efectivamente la gente emigra por una falta de futuro, de un horizonte de desarrollo humano, pero tampoco emigran los más pobres entre los pobres. Emigra gente con cierta cualificación, en condición de pobreza pero no extrema”.

Para la experta, el principal problema estriba en que la ayuda al desarrollo no es siempre gratuita. “La ayuda al desarrollo que va de gobierno a gobierno está condicionada por el control de flujos migratorios. Firmamos acuerdos de repatriación y si firmas eso luego te doy ayuda al desarrollo. Al final se convierte en una moneda de cambio para el control de fronteras. La pobreza se va a incrementar y a la larga va a ser un problema mayor para todos”.

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El África de nuestras fronteras

También para el África que reside en Europa. “Los inmigrantes se están movilizando porque viven el momento de crisis como ciudadanos que son de España, Italia, Francia y otros países. Los ciudadanos inmigrantes viven de la misma manera que los autóctonos y necesitan movilizarse de la misma manera también. En este momento los movimientos sociales se están haciendo oír”, afirma di Carlo.

“Lo contrario sería entender que es población distinta a la de aquí. Estaríamos empezando a hacer una diferenciación social que es peligrosa y que muchas veces es el concepto de ciudadanía que manejamos”, continúa Cristina de la Cruz. “Las medidas y las políticas sociales son cada vez más escasas porque es donde más están recortando los poderes políticos. En este contexto no está de más recordar que la necesidad no tiene color o no debería tenerlo”. Salvo algunas excepciones como la promovida por la Universidad de Deusto, la celebración del Día Internacional de África fue de un solo color.

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