Sociedad

Abu Bakkar: «Nunca sufrí racismo»

Canarias 7, Blanca Esther Oliver Las Palmas de Gran Canaria , 27-05-2010

Está sentado en el banco, al lado de su maleta y del tetrabrik. De pronto, grita: «¡No matar a ninguno! ¡Por favor! ¡Gracias! ¡Donde hay Dios hay amor!». Abu Bakkar sólo grita y habla de Dios. Está en el centro de la polémica, pero confía en salir adelante. «Dios me va a ayudar».

Abu Bakkar, nacido en Sierra Leona hace 47 años, aseguraba ayer, desde el banco que ocupa cada día en la calle Luis Doreste Silva de la capital grancanaria, no entender porqué quieren echarle de allí. «Yo no molesto a nadie. Nunca nadie me había tratado de una forma racista. Yo no soy un loco».

Abu es el indigente que, a petición de la edil de Fomento del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria Nardy Barrios, debe ser desalojado de la zona que él considera «mi casa», debido a las protestas de los vecinos.

Ayer, como cada día, estaba sentado en el banco, con su maleta y su medicina (un tetrabrick de vino que apuraba cada quince minutos). «No me gustan los problemas. He trabajado en el Sur, en los tomates y en los pepinos. He descargado camiones y no me han pagado. Ahora no tengo trabajo. Busco, pero no encuentro nada», relataba. «Pero mi mentalidad es trabajar y lo hago. Yo limpio la calle. ¡Mira mis manos!», decía enseñando las dos palmas. «Porque en la limpieza está Dios y Dios es amor».

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