"Aquí venimos a hablar de..."

Las intervenciones parlamentarias de ayer sobre menores extranjeros e igualdad sacaron a la luz "trapos sucios" pretéritos. La comisión de Bienestar Social no aportó nada nuevo a los interlocutores.

El Día, DORY MERINO, Tenerife, 26-05-2010

La Comisión parlamentaria de Bienestar Social de ayer fue más de lo mismo. Tras dos horas de intervenciones de sus señorías, nada nuevo. Las comparecencias sobre la Ley de Extranjería (en relación a los menores extranjeros no acompañados) y sobre Igualdad volvieron a sacar a la luz “los trapos sucios” de los partidos. No venía a cuento recordar como hizo la socialista Carmen Acosta que algunos políticos pretéritos se habían quitado de encima a los inmigrantes a base de “sacar billetes de avión, sólo de ida”, para que no pernoctaran en las calles de Las Palmas o “regarlos con mangueras en las plazas”, antes de alabar la reforma de la Ley de Extranjería que tramita el Gobierno central. Pero, claro, ella salió por esos derroteros después de que el popular Sigfrid Soria (primo de aquel alcalde que compró los billetes) aprovechó su turno de palabra para exponer los puntos negativos que detectaba su partido en la ley, todos ajenos a los menores extranjeros no acompañados. Incluso, algo que extraña a estas alturas, Soria denominó en varias ocasiones como “irregulares” a los inmigrantes que no tienen su situación administrativa adecuada a la legalidad. Posiblemente porque no se estaba diciendo nada nuevo, los diputados estaban ayer bastante ajenos. Los cuchicheos con sus compañeros de fila eran continuos y sólo se calmaron un poco cuando entró la fotógrafa de este periódico. “¡Por si acaso me pilla!” Y los pilló. A casi todos. Inés Rojas, la principal ponente de la comisión, no entró al trapo de los enfrentamientos. Ni siquiera cambió el tono para recalcar que Canarias había sido la que “levantó la voz” ante Europa para denunciar la situación de los niños de los cayucos y recordar al Gobierno central que la ley del menor no es el paraguas para ellos. “Está claro que hay que ordenar los flujos migratorios por el bien de las personas que se mueven, que cruzan las fronteras para encontrar un futuro mejor”, dijo Rojas. Centró la cuestión para dejar de lado la confrontación latente entre PP y PSOE, a la que se sumó veladamente CC. “Los tres grupos me recuerdan todo lo que se dijo antaño, pero ya no me duele, porque era tan loable el objetivo que ahora estoy satisfecha”, afirmó la consejera. Con semblante pacífico lanzó un punto de reflexión para los “enfrentados”: “Veamos cuánto bien podemos hacer y cuánto bien podemos dejar de hacer”. Arrimó el ascua a su sardina y dejó claro que hasta que Canarias no abrió los ojos a Europa sobre los menores extranjeros, “Europa no sabía nada de ellos, porque España no se lo había contado”.

Con los siguientes puntos llegó la discordia. Eulalia Guerra aprovechó su intervención sobre igualdad en materia de empleo y educación para poner sobre la mesa que la Ley de Extranjería “tiene un valor que no se ha nombrado…”, y no pudo acabar porque Dulce Pérez la reprendió: “Usted se tiene que ceñir al objeto de la comparecencia”. Los cuchicheos de los parlamentarios fueron en aumento.

El murmullo molestaba a Guerra de Paz, quien mostró enfado para llamar la atención de sus interlocutores y, mirando a la fila del PP, exclamó: “¡Caramba, caramba!” Guerra no quedó conforme con la respuesta de Inés Rojas, quien aseguró que las políticas canarias dan prioridad a las mujeres, antes de añadir que es necesario “un mundo que contemple la mirada de hombres y mujeres”. Flora Marrero volvió a centrar el diálogo, y encontró la fórmula: “Aquí venimos a hablar de …” igualdad. Mostró dos revistas de tirada nacional, que incluyen reportajes sobre el papel de la mujer en la sociedad.

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