Mantienen el arresto para los menores que protagonizaron el motín en Elgeta

Mantienen el arresto para los menores que protagonizaron el motín en Elgeta la audiencia de gipuzkoa decide que sigan en el centro de zumarraga hasta el juicio Los cinco chavales fueron detenidos en marzo tras un enfrentamiento con sus educadores y agentes de la Ertzaintza

Diario de noticias de Gipuzkoa, efe, 19-05-2010

donostia. La Audiencia de Gipuzkoa ha decidido mantener en el centro de reforma de Zumarraga a los cinco menores extranjeros no acompañados que el pasado mes de marzo, presuntamente, se enfrentaron a sus educadores y a agentes de la Ertzaintza en el centro de acogida de Elgeta, donde causaron importantes desperfectos.

La Sección Primera de la Audiencia guipuzcoana ha adoptado esta decisión en cinco autos diferentes que rechazan la posibilidad de que estos menores, que protagonizaron lo que fue calificado como un motín, puedan abandonar el centro de reforma Ibaiondo, como solicitaron sus defensores en sendos recursos, según informaron ayer fuentes judiciales.

Estos cinco jóvenes fueron internados en Ibaiondo por orden del Juzgado de Menores, que acordó mantenerlos en este lugar como medida cautelar hasta la celebración del juicio oral por estos altercados.

Los hechos ocurrieron el pasado 11 de marzo, según recuerda uno de los autos en los que la Audiencia rechaza ahora la libertad de los encausados.

Aquella noche, que acabó por convertirse poco menos que en una batalla campal, algunos de los menores presuntamente lanzaron diversos objetos, como zapatos, colchones, una escalera de litera y un cabecero de cama, contra los agentes de la Ertzaintza que acudieron al lugar para sofocar los incidentes, una vez recibido el aviso entrada ya la noche.

El documento judicial, cuyo ponente es el magistrado Iñaki Subijana, precisa que varios de estos jóvenes “procedieron al destrozo del centro de Elgeta, quemando la celda de aislamiento, rompiendo muebles, puertas, ordenadores y cristales”, así como “sendos vehículos de Policía y de los educadores”; además de proferir diversos insultos y amenazar de muerte a los ertzainas que trataron de poner orden.

forcejeos con el monitor Además, uno de los acusados presuntamente “amenazó con matar a uno de los guardas, intentando asir un cuchillo para agredirlo”, al tiempo que mantuvo un “forcejeo” con el monitor, quien sufrió una brecha en la ceja derecha.

Asimismo, según recoge este mismo documento, este joven se resistió “activamente” a la detención “lanzando patadas y puñetazos a los policías” que fueron llegando.

En concreto, el auto deniega la salida de este menor del centro de Zumarraga por la “existencia de indicios” de su conducta delictiva, por la existencia de “un riesgo definido de fuga” y por “la gravedad de los hechos”.

El texto precisa también que este joven “carece de arraigo al tratarse de un extranjero no acompañado que ha transitado por diversos centros sin lograr su escolarización”.

Recuerda, asimismo, que este menor “presenta consumo de tóxicos y acude de forma habitual a la violencia, presentando un escaso control de impulsos; no realiza actividad formativa alguna; tiene abiertos varios expedientes por parte de la Fiscalía y se le han impuesto en anteriores procesos otras medidas judiciales sancionadoras” por diferentes altercados.

contexto de custodia El auto recalca que la actuación pública respecto a menores como éste debe perseguir una “responsabilización” sobre la que “edificar un proyecto personal auténticamente autónomo”, objetivo que “únicamente puede cumplirse con la implantación imperativa de un contexto de custodia estricto como es el internamiento en régimen cerrado”.

“Decimos esto continúa el documento porque el resto de medidas implementadas con este menor, estructuradas en torno a espacios de libertad más definidos, no han permitido el cumplimiento del objetivo educativo básico de ser autónomo, respetando la libertad de los demás, en la medida en que sigue presentando problemas de consumos de tóxicos y escaso control de impulsos”.

Manifiesta, además, que este chico recurre “habitualmente a la violencia para imponer su voluntad”, “causa” de “los conflictos que mantiene con el grupo del centro de acogida donde se produjeron los hechos”.

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