Barcelona seoponeal burka, aunque rechaza ahora prohibir su uso en la calle

El grupo de CiU en Lleida, dispuesto a aplazar su moción contra esta prenda

La Vanguardia, , 19-05-2010

LLUÍS SIERRA – Barcelona

Todos los partidos, menos el PP, creen que antes de prohibir hay que trabajar con las inmigrantes
Aunque el burka no se ve prácticamente en Barcelona, no hay ningún partido político con representación en el Ayuntamiento al que le guste ver por la calle a mujeres tapadas completamente por una túnica, a excepción de los ojos, que se vislumbran a través de una rejilla. Pero de ahí a prohibirlo, sin más, hay un trecho. Se necesita debate, consenso y seguridad jurídica. Así quedó de manifiesto en la comisión municipal de Cultura, Educació i Benestar Social del Ayuntamiento de Barcelona, donde el PP se quedó solo al proponer “prohibir el uso del burka en la ciudad porque atenta contra la dignidad de la mujer y es contrario a los principios y valores de nuestro marco de convivencia”. Los grupos de gobierno (PSC e ICV-EUiA) y ERC votaron en contra. CiU se abstuvo, tras intentar que el PP modificase su propuesta para que el tema se debata en otros foros como los grupos de trabajo sobre inmigración o la mujer, antes de llegar a la prohibición.

Precisamente CiU ha presentado en el Ayuntamiento de Lleida (donde el alcalde socialista Àngel Ros espera un informe jurídico para llevar el tema al plenario) una moción para prohibir el uso del burka y el niqab (velo integral, con una estrecha ranura en los ojos) en el término municipal, por ser un obstáculo a la integración de la mujer en la sociedad. Ayer mismo, el representante de CiU en la Paeria, Isidre Gavín, dijo estar dispuesto a aplazar su moción hasta conocer el informe encargado por el alcalde.

El primer edil de Barcelona también ha encargado un informe jurídico para estudiar el marco legal y la posibilidad de que las ordenanzas puedan regular el uso de una prenda como esta. La concejal popular ÁngelesEsteller defendió su propuesta (que ya había llevado al Ayuntamiento en el 2006) señalando que el burka “atenta contra la dignidad y la libertad de la mujer” (en ocasiones el entorno familiar y social de esta le obligan a llevarlo), afirmando que los inmigrantes han de respetar los principios y valores de la sociedad de acogida y añadiendo que la ocultación de la identidad “es un riesgo para la seguridad”.

El comisionado del alcalde para la Inmigración y la Interculturalidad, Daniel de Torres, coincidió en que el burka es “una barrera física y mental”, pero argumentó que ya se trabaja con entidades de inmigrantes de manera que algunas mujeres que llegaron a Barcelona usando el burka lo han abandonado. No cerró la puerta a una futura prohibición, al menos en determinados espacios y, por supuesto, cuando se trate de trámites o actividades, incluida la escolar, que requieren identificación. En todo caso señaló que habría de ser previo debate en el Pacto por la Inmigración.

La necesidad de consenso en este asunto es compartida también por CiU, ERC e ICV. También lo dice el PP, aunque lleve sus propuestas en solitario. Maite Fandos (CiU) declaró su oposición al burka “en Kabul y en Barcelona”, pero insistió en que no se debe plantear “en dos líneas y diez minutos”.

Como Fandos, la concejal de la Mujer, Elsa Blasco (ICV-EUiA), advirtió del peligro de que una prohibición sin más provoque que “estas mujeres no pueden salir de casa”, y abogó por el trabajo cerca de las comunidades y las familias que lo mantienen. En parecidos términos se expresó Xavier Florensa, de ERC, quien cree que “prohibiendo no se arregla el problema”.

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