Consciente, intubada y respondiendo con gestos a las preguntas. Así estaba ayer Danae Bautista, la mujer cubana de 37 años que cayó el lunes a la vía del Metro. Es invidente y lo que su bastón le indicó que era una puerta abierta era, en realidad, el espacio entre vagón y vagón. Por ahí se precipitó. El tren le pasó por encima. Fueron segundos, pero sufrió una semiamputación del brazo izquierdo y politraumatismo torácico, como informó ABC.
Después de más de doce horas de quirófano en el hospital Gregorio Marañón y una laboriosa intervención de microcirugía, la mujer tiene muchas posibilidades de no perder su brazo, según ha sabido ABC. Es cantante y se gana la vida tocando la guitarra.
Las primeras 10 o 12 horas son de vital importancia en un proceso, como este, de reconstrucción de una extremidad superior. Ayer, el hospital Gregorio Marañón facilitó poquísimos datos sobre el caso. Los familiares no dieron autorización, dijeron fuentes hospitalarias. Si Danae logra superar ese delicado periodo postoperatorio sin que se produzca un trombo o un coágulo, los expertos aseguran que podrá conservar el brazo.
Establecer prioridades
El único parte facilitado ayer por el centro sanitario decía: «La paciente D. B. B. se encuentra ingresada desde esta madrugada en Reanimación con el diagnóstico de politraumatismo. Está hemodinámicamente estable y con ventilación mecánica, tras haber sido sometida a un laborioso procedimiento quirúrgico de reconstrucción del miembro superior izquierdo, pendiente de evolución».
El «milagro» que se produjo en el quirófano del Gregorio Marañón se inició desde el momento en que la mujer entró en urgencias. Se la mantuvo estabilizada y se valoró su estado general de salud para establecer prioridades. Danae pasa al quirófano. Se le anestesia y se procede a estabilizar la fractura su brazo pendía de un hilo, lo que en términos médicos se conoce como «osteosíntesis». El equipo médico, multidisciplinar: traumatólogos, cirujanos plásticos y neurocirujanos, entre otros.
Que fluya la sangre
El paso más importante, y uno de los primeros en una intervención de este tipo, es tratar las lesiones de las partes blandas (músculos, nervios y vasos), así como y esto es fundamental reparar las arterias para que el brazo no se quede sin flujo sanguíneo.
Tras reparar músculos y nervios, se procede a valorar la cantidad de piel dañada reponerla y lograr una buena cicatrización. Expertos consultados por este periódico confirmaban ese periodo de doce horas tan crítico para que el brazo restaurado pueda salir. Porque si Danae lo consigue, habrá pasado esa temida fase aguda de trombosis.
Familiares y amigos de esta mujer que quedó ciega a los 5 años por una bala perdida que le dio y le afectó la visión, mantenían ayer la esperanza de que Danae pueda incluso volver a tocar su guitarra. Es pronto para calibrar cuánta movilidad y sensibilidad recuperará.