vitoria. Las pantallas de los cines Florida abren durante estos días un cinéfilo puente aéreo. Vitoria e Ibagué comparten miradas y butacas en la primera edición de una muestra de cine colombiano que pretende acercar – desde hoy y hasta mañana – la realidad del país sudamericano hasta la capital alavesa.

Una realidad que, en parte, ya está presente en Gasteiz. De los cerca de tres mil colombianos que residen en la ciudad, cerca de mil proceden de la región de Tolima, y principalmente de su capital, Ibagué. Es desde esta colonia desde donde surgió, hace años, la Asociación Colombia Euskadi, que impulsa estas jornadas junto al Ayuntamiento.

El programa arrancó ayer con la proyección de la película Paraíso Travel, “una de las más taquilleras en la historia del cine colombiano”, explicó Jhon Freddy Hernández, presidente de la asociación. La migración a territorio norteamercano centra la historia.

El viaje también enmarca la proyección de hoy – precio simbólico de un euro – con el largometraje María, llena eres de gracia (20.00), que encumbró a su protagonista, Catalina Sandino Moreno, con premio en Berlín y nominación a los Oscar incluidos. Lo hizo con la historia de una joven que, forzada por la coyuntura social, se ve obligada a ejercer de mula – correo de drogas – para tratar de salir adelante.

Tras estos dos retratos, la jornada de mañana pondrá fin al ciclo con una sesión de cortometrajes “producidos, dirigidos y protagonizados” por profesionales colombianos. Con entrada gratuita, la proyección incluirá “no sólo un temario de ficción, sino también documentales pequeños”. Piezas que dirigen su presencia a la comunidad colombiana que desarrolla su vida en Vitoria, pero también a los vitorianos que deseen conocer, desde el discurso de la pantalla, la realidad de este pueblo.

Un pueblo que vive, en muchos casos, situaciones límite. Ubicada en el centro de Colombia, 510.000 habitantes dibujan la metrópolis de Ibagué, un núcleo sin apenas entremado industrial del que proceden cerca de un millar de los colombianos afincados en Vitoria. Casi un 10% de su población, además, esta compuesta por “personas desplazadas por la violencia”, lo que compone un paisaje determinado por un cruce de problemáticas que marcan el devenir de sus gentes.

“No es una ciudad grande como Medellín o Bogotá, que pueda tener una producción de cine”, apunta el presidente de la Asociación Colombia Euskadi, algo que no impide que sus trabajos audiovisuales transmitan, desde la ficción o desde el trabajo documental, las pequeñas tragedias y las insistentes esperanzas de sus habitantes. Con un aforo de cerca de doscientas personas, la pantalla de Los Florida abre una ventana al corazón de Colombia. Para escuchar su latido.