«Tenía miedo de que me matara»

Las Provincias, J. A. MARRAHÍ | VALENCIA., 18-05-2010

Un tribunal popular deberá decidir está semana el grado de culpabilidad de Olmedo G., un colombiano de 35 años que hace dos años mató a un boliviano de un navajazo en un parque de Valencia. El acusado, que negó pertenecer a los Latin King, insistió en dos ideas: estaba muy borracho y actuó para defenderse de la víctima. «Me acusó de quitarle el móvil y luego me dio un cabezazo. Tenía miedo de que me matara. Alquien me dio la navaja y yo me defendí. Le calé, pero no quería matar», argumentó.

Los hechos enjuiciados en la Audiencia de Valencia se remontán al 12 de septiembre de 2008, durante una de las frecuentes reuniones de suramericanos en una zona deportiva al aire libre próxima a la avenida de la Plata. Según el fiscal, tanto Olmedo como la víctima, Teófilo, consumieron alcohol a lo largo de la tarde. En concreto, la víctima presentaba una tasa de 2,42.

Ya de madrugada ambos «discutieron y se pelearon». El ministerio público habla de un intercambio de golpes hasta el fatal desenlace: «El acusado sacó una navaja que portaba y atacó con ella a Teófilo en la zona del corazón. Le produjo una primera herida leve y luego otra de 3 centímetros, mortal de necesidad».

En opinión de la acusación pública hubo abuso de superioridad por parte del agresor, al considerar que la víctima había consumido mucho alcohol y «no portaba armas». El fiscal pide que se le condene a 14 años de cárcel por un delito de homicidio.

Para la acusación particular, que representa a la familia de la víctima, esta palabra no es la adecuada para definir lo ocurrido: «Fue un asesinato en toda regla. Olmedo tenía una clara intención criminal y para eso usó una navaja que llevaba escondida, un artefacto que daba miedo, con un filo de 15 centímetros de largo por 3 de ancho. Se aseguró de que la víctima no podía defenderse y entonces la mató».

Este letrado puso sobre la mesa los antecedentes del colombiano, «condenado a 18 meses de cárcel por acuchillar a una persona que tropezó con él». «Pero gracias al sistema judicial que tenemos no cumplió la pena», ironizó. En la sentencia de 2007 se declaró probado que Olmedo dijo a su víctima: «Soy un colombiano de los Latin King». El acusador particulare pide 20 años de cárcel por asesinato y que indemnice con 300.000 euros a la viuda y a los dos hijos de la víctima.

Por contra, la abogada del procesado asegura que Olmedo «no tenía intención de matar», sino de defenderse de Teófilo «en igualdad de condiciones, ya que ambos habían bebido mucho». Hizo ver ante el jurado la «mayor estatura de la víctima frente a la del acusado, que mide sólo metro y medio». La letrada argumentó que «eran compañeros de trabajo» y destacó la agresión a golpes previa por parte de Teófilo.

Por todo ello pide la libre absolución de su cliente. En caso de resultar culpable, exige que se le apliquen penas mínimas y que el tribunal asuma, a resumidas cuentas, que iba ebrio y quería defenderse.

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