TERESA SESÉ – Dakar (Senegal) Enviada especial

EL ESTIGMA La isla de Gorée fue un centro estratégico para el negocio de los negreros

‘TOUS ENSEMBLE’ “El arte permite hablar de lo innombrable”, dice Han Nefkens
Cada tarde, a la caída del sol, centenares de dakareños acuden a la Corniche para practicar deporte juntos en la playa. Sobre la arena, la imagen de atletas y estudiantes avanzando como si fueran un solo cuerpo en movimiento resulta extraordinariamente bella, poderosa. Y, sin duda, muy familiar para los que estos días visitan la Bienal del Arte Africano de Dakar. Bajo el lema Tous ensemble,la improvisada coreografía de los corredores, multiplicada en miles de fotografías y carteles repartidos por toda la ciudad, recuerda el proyecto con el que la Fundación ArtAids, con sede en Barcelona, participa en este Dak´Art 2010: artistas europeos y africanos plantándole cara al sida desde Gorée, tristemente conocida como la isla de los esclavos.

Gorée es hoy un rincón turístico al que se accede a bordo de un ferry. Situado frente a Dakar, la capital de Senegal, la apariencia es la de un plácido pueblo de aire mediterráneo en el corazón de África.Apenas un millar de habitantes en un islote sin coches, con casas coloniales, vendedores de artesanía y rastafaris que pasean indolentes por las callejuelas, pero en el que tras cada esquina siempre hay algo, una fachada, una fortificación o un viejo cañón reconvertido en banco que recuerda su siniestro pasado. Gorée fue uno de los más importantes almacenes de esclavos, un centro estratégico para el negocio de los negreros desde donde millones de cautivos cruzaron el Atlántico por última vez. Y son justamente sus cicatrices, su calidad de lugar vivido y sufrido, lo que llevó al comisario belga Stef van Bellingen a escogerlo como escenario de las distintas instalaciones que conforman Tous ensemble.“Los esclavos fueron estigmatizados por un sistema cruel, que les impedía desarrollar su identidad. El estigma que sufren los enfermos de sida también les impide desarrollar sus capacidades como seres humanos. Así que nos pareció un buen lugar para hablar de todo ello”, reflexiona Van Bellingen.

ArtAids, creada en el 2006 por el coleccionista y escritor holandés Han Nefkens para concienciar sobre el problema del sida a través del arte, ha producido un centenar de obras que se han presentado en ciudades como Bangkok, Lille o Barcelona. Esta es la primera vez que aterriza en África,un continente muy castigado aunque Senegal sale algo más airoso en las estadísticas por las campañas de sensibilización. “El arte permite hablar de lo innombrable y hacer visible lo que no se quiere ver”, argumenta Nefkens.

A la entrada de la antigua Casa del Gobernador, el senegalés Jacky Ly saluda al visitante con una serie de retratos en los que personas de su entorno muestran la foto de un ser querido muerto a causa del VIH. Al otro lado, un gran balcón con vistas a Dakar, el sonido del océano lucha obstinadamente con un gallo senegalés que no deja de cantar. El animal, de suave plumaje blanco y cresta roja, forma parte del Chicken project al que desde 1989 ha dedicado su vida el artista conceptual belga Koen Vanmechelen. “Durante años, cada país ha desarrollado lo que considera el pollo perfecto, basado sobre todo en cosas que tienen que ver con el orgullo nacional: en Francia, el poulet de Bresse es blanco, con las patas azules y la cresta roja, como su bandera; el belga tiene las patas fuertes como sus caballos y el americano es gigantesco, como todo lo que hacen…”. Koen Vanmechelen cruzó primero un belga y un francés, luego con un inglés… yhoy cuenta con 19 generaciones de gallinas híbridas, mientras no pierde la esperanza de hallar el pollo salvaje primitivo que vaga por las estribaciones del Himalaya. Las ha presentado en varias bienales, de Venecia a Moscú, y el resultante de todas ellas lo cruzará pronto con el senegalés. La instalación se completa con 7.000 huevos en una jaula.

Tous ensemble muestra también vídeos, como el de Lionel Mwe di Malila, que versiona Love story en clave de rap, y performances, como la del colectivo De Onderneming, de Bélgica, que juega con las posibilidades creativas del preservativo (se lo han colocado a modo de cabeza a un robot que baila por la ciudad), así como diversos trabajos documentales del colectivo WARU de Dakar. La mayoría de estos últimos trabaja en el Village des Arts, un auténtico poblado dedicado a la creación que se levanta en los barracones provisionales que en su día habitaron los obreros chinos que construyeron el estadio de fútbol de la capital senegalesa. La aldea está poblada por 52 artistas y compite en atractivo con la programación oficial de la Bienal de Dakar, que este año ha invitado únicamente a artistas que nunca antes habían participado en el evento. Son, en su mayoría, jóvenes que viven y trabajan en Áfricay a menudo excavan en su propia realidad, poniendo en evidencia las anomalías de este mundo. No sería extraño que en la próxima edición de Dak´Art – un espacio en el que los africanos han podido elaborar su propio discurso en torno al arte africano, colonizado por los occidentales, como el propio mercado-alguien clame por la recién inaugurada escultura El Renacimiento Africano,con la que se conmemora el 50. º aniversario de la independencia del país. Podría hacerlo por sexista (un hombre musculoso que parece emerger de un volcán sujetando a una diminuta mujer y apuntando al cielo con un niño en la mano), por excesiva (mide 50 m, más alta que la estatua de la libertad), por feísta (parece salida de un manga, y de hecho fue traída pieza a pieza desde Corea), por cara (18 millones de euros en un país donde el 60% de la población vive con menos de dos dólares diarios) o directamente por el delirio que ha despertado en su presidente, Abdoulaye Wade, quien pretende quedarse con el 35% de los ingresos de la venta de entradas simplemente porque se le ocurrió la idea.

DAKAR – BARCELONA

Hip-hop senegalés para la Mercè

La música, la danza y el arte de la capital de Senegal, uno de los focos culturales del continente africano, serán este año los protagonistas de las próximas fiestas de la Mercè en Barcelona, que tendrán a Dakar como ciudad invitada. Estarán desde la danza urbana de Klever Viera hasta el percusionista octogenario Dudu Nyiane Rose o dj Awadi.