donostia. El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco baraja la posibilidad de incentivar que las empleadas domésticas sin contrato se adhieran al régimen de autónomos, con el fin de tratar de reducir la economía sumergida que predomina en un sector ocupado en su mayoría por mujeres.

El trabajo en el hogar es una de las áreas que cuenta con un mayor número de empleadas que realizan su labor sin contrato y, por tanto, al margen de la Seguridad Social.

Una muestra de esta situación es el estudio elaborado por el equipo sociológico Ioé, presentado el pasado mes de abril por la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia, y según el cual hay 24.318 trabajadores del hogar en Euskadi. De ellos, precisa el informe, apenas alrededor de 14.000 cotizan a la Seguridad Social.

En lo que respecta a la Comunidad Autónoma Vasca, el viceconsejero de Empleo del Ejecutivo autonómico, Javier Ruiz, ha señalado que el departamento dirigido por Gemma Zabaleta ha iniciado un estudio sobre la situación del mercado del empleo doméstico, en el que “gran parte de las trabajadoras no está regularizadas”.

La mencionada viceconsejería no parte de cero en este análisis, que prevé terminar para octubre, y está aprovechando el material ya adelantado por asociaciones, agentes sociales y diversas administraciones.

El objetivo del estudio es lograr “pistas” que orienten al Ejecutivo autónomo sobre las medidas a tomar para acabar con la precariedad en este sector y fomentar el acceso de estas trabajadoras a “un sistema más regularizado”.

Javier Ruiz reconoce que las modificaciones legales que se han ido llevando a cabo desde el Gobierno central para regular este mercado “no han sido tan fructíferas como se preveía”, circunstancia que avala el intento del Ejecutivo vasco por fomentar la regularización.

iniciativas empresariales A falta de conocer las conclusiones finales del informe, una de las opciones que estudia el departamento es “tratar de promover, e incluso dar apoyo financiero, para que estas mujeres puedan convertirse en trabajadoras autónomas”.

De este modo, su incorporación les podría facilitar adherirse a nuevas iniciativas empresariales enmarcadas dentro de los “servicios de proximidad”, relacionados con la Ley de Dependencia.

Los servicios de proximidad abarcan una serie de labores mayoritariamente realizadas de manera no remunerada por las mujeres en el ámbito del hogar, como el cuidado de niños, de personas mayores, o la limpieza, aunque también incluyen otros trabajos remunerados, pero ahora sin alta en la Seguridad Social.

El responsable deja claro que se trata sólo de una posibilidad, ya que el estudio se encuentra en una fase “muy preliminar”, aunque confiesa que el respaldo económico para la creación de este tipo de empresas, junto con la formación y la sensibilización, son prácticamente las únicas posibilidades de actuación dentro de las competencias con las que cuenta el Gobierno Vasco.

Además, recuerda que el Gobierno Vasco no tiene actualmente herramientas competenciales para fomentar la regularización de las empleadas de hogar inmigrantes y en situación irregular.

No obstante, el viceconsejero de Empleo indica que este problema podría subsanarse si, dentro de las transferencias de las políticas activas de empleo que se esperan para septiembre, se traspasa también la gestión del permiso de primer empleo para personas extranjeras que, en su opinión, “podría enlazarse” con las medidas que analiza Lakua.

Ruiz explica que es “imposible” cuantificar el número de mujeres que integran este mercado por su carácter sumergido, aunque asegura que el Gobierno Vasco trabaja en su estudio con “referencias” sobre la situación del sector.