cerca de la zona de copas

Un joven de 21 años muere apuñalado en una reyerta de Barakaldo

La Ertzaintza está buscando a los agresores que también hirieron de gravedad al hermano de la víctima

Deia, Aitor Alonso, 16-05-2010

Barakaldo. Las calles del centro de Barakaldo se tiñeron ayer de luto. Un joven de 21 años, y al parecer de nacionalidad boliviana, falleció junto a la salida del metro de la calle Juan Sebastián Elcano, situada en las proximidades de la zona de copas de la localidad, después de recibir una puñalada “cerca del corazón” en el transcurso de una reyerta con dos individuos, supuestamente de origen magrebí, que están siendo buscados por la Er – tzaintza. Su hermano de 22 años, que le acompañaba en ese momento, también resultó herido de gravedad en la pelea tras ser alcanzado en el abdomen con un arma blanca y tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital de Cruces, aunque por la tarde se encontraba ingresado ya en planta.

El suceso ocurrió en torno a las 05.30 horas y causó una gran impresión entre los vecinos de las calles aledañas, ya que muchos pudieron ver el cuerpo del fallecido en el suelo. El cadáver no fue levantado hasta casi las 09.00 horas para ser trasladado al servicio de Patología Forense para realizarle la autopsia.

La primera hipótesis que baraja la Policía, según indicó ayer el Departamento de Interior, es que la discusión pudo comenzar en el interior de un bar y finalizó en la calle con la agresión. Algunos residentes de la zona comentaron ayer por la mañana que los jóvenes habían podido salir de una conocida sala de fiestas situada en la calle Zaballa, aunque otras personas apuntaban la posibilidad de que procedieran de un bar de ambiente latino situado en la calle Juan de Garay.

La refriega, según explicó un quiosquero que a esa hora se dirigía a su puesto de venta, se produjo al lado de la escuela de idiomas de Barakaldo, en la calle San Antolín. “Venía a trabajar y pasé cerca de ellos. Los chicos sudamericanos eran bajitos y estaban agresivos, de hecho llevaban los cinturones en la mano”, relataba. El fallecido, al parecer, recibió la puñalada “que le causó la muerte casi en el acto” en ese momento. De hecho, el golpe fue tan duro que tan sólo le dio tiempo a caminar unos metros hasta caer al lado de la fuente situada a la entrada del fosterito del metro. Las muestras de la reyerta eran evidentes a primeras horas de las mañana; así la hilera de gotas de sangre que había en el suelo y que los servicios de limpieza del Ayuntamiento se afanaban por borrar con las mangueras delataban la tragedia vivida horas antes.

La Ertzaintza ha abierto una investigación para localizar y detener a los presuntos autores de este homicidio. De hecho, ayer a mediodía varios agentes acompañados por varios operarios desmontaron los buzones de la recogida neumática de basuras situados junto a la entrada al suburbano en busca del arma del crimen, pero no encontraron nada.

A pesar de la gravedad de los hechos, muchos vecinos no se percataron hasta que unas horas después levantaron las persianas de sus casas o salieron de sus viviendas y vieron el importante cordón policial que había en torno a sus portales. “Mi cuñado italiano, que ha venido el fin de semana a celebrar la comunión de mi hija, se ha despertado y al asomarse por la ventana se ha llevado un gran susto. ¡Ha venido corriendo todo alarmado a llamarme a la cama!”, relataba Juan, un vecino de la calle Bizkaia. “Yo he salido a las ocho y he visto el cuerpo del chico tirado en el suelo boca arriba y con sangre por la zona del corazón”, añadía Isa, otra residente de un bloque próximo a la popular Casa Palentina.

Este suceso vuelve a reabrir el debate sobre la inseguridad ciudadana en la zona de ocio juvenil de Barakaldo apenas unos días después de que el alcalde de la localidad, el socialista Tontxu Rodríguez, se felicitara por que el Ayuntamiento ha observado “un importante descenso de problemas” en la cercana calle Juan de Garay, donde se concentran muchos bares de marcha, tras la puesta en marcha de un dispositivo especial de vigilancia. A este respecto, Julián, un vecino de esta calle, se quejaba amargamente porque no observa una reducción de los problemas: “Hace tres meses apuñalaron a otra persona aquí cerca, tenemos todos los días a gente vendiendo droga a sólo unos metros de la zona peatonal donde están jugando todos los críos y la Policía pasa y no hace nada”. Por el contrario, Soledad, propietaria de un negocio, comentaba que la situación está ahora más relajada.

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