el fin de los poblados chabolistas

El duro reto de la integración

La Voz de Galicia, María Cedrón, 16-05-2010

La erradicación de las últimas infraviviendas de Penamoa y la redada de esta semana en O Vao muestran cómo la eliminación del chabolismo es un proceso que requiere la cooperación entre Administraciones

La erradicación de las últimas infraviviendas de Penamoa y la redada de esta semana en O Vao muestran cómo la eliminación del chabolismo es un proceso que requiere la cooperación entre Administraciones

La erradicación del chabolismo en Galicia es un proceso que avanza al ritmo que marcan los ayuntamientos en los que están localizados los asentamientos. «En Pontevedra deuse publicidade aos realoxos antes de planificalos. Foi o que provocou as protestas dos veciños, porque calquera achegamento que se facía ás familias para a súa integración era rápidamente publicitado. Iso valeulle a A Coruña como exemplo. O Concello coruñés tamén entendeu que había que facer unha inversión para que o proceso tivera éxito e non agardar á subvención que viña da Xunta», apuntan fuentes de la Fundación Secretariado Gitano. En torno a dos años después de que se iniciaran los procesos de integración y realojo de chabolistas en O Vao (Pontevedra) y Penamoa (A Coruña), el proceso aún no ha terminado.

El lunes pasado la Guardia Civil realizó una redada antidroga en el poblado de O Vao, en el concello de Poio. Fueron detenidos cuatro miembros de una de las familias realojadas hace dos años en el barrio pontevedrés de Monte Porreiro, una actuación que desencadenó una fuerte protesta vecinal. Las manifestaciones, que incluso acabaron la semana pasada con una vecina condenada a pagar una multa de 75 euros por hostigar a las familias, llevaron a las autoridades a buscarles una nueva ubicación con carácter transitorio en dos viviendas situadas junto al poblado. La intervención del lunes parece cuestionar la eficacia de una iniciativa que, por el contrario, ha funcionado con otras familias realojadas en Boavista (Poio) o en el barrio de Caritel, en Ponte Caldelas. Pero desde la concejalía de Asuntos Sociales de Poio prefieren, por el momento, no airear el asunto de los realojos.

El caso de A Coruña

Cuatro días más tarde y 134 kilómetros más al norte, otras dos infraviviendas ubicadas en Penamoa (A Coruña) cayeron a plomo sobre el terreno por el que avanzará una de las infraestructuras clave para descongestionar el tráfico de entrada a la ciudad. En julio del 2008, cuando el Ayuntamiento inició el proceso de erradicación de la barriada, un centenar de familias vivían allí en condiciones infrahumanas. Ahora, 22 meses después, quince aguardan a que los servicios sociales municipales les busquen un lugar adecuado tras finalizar el proceso de integración. Pero otras veinte se resisten a abandonar la zona. Son las que se han negado a acogerse al Plan Especial de Penamoa.

El temor a que ocurra algo semejante a lo sucedido esta semana en O Vao está en el aire. Algunas voces confían en que, finalmente, el diálogo fructifique, pero aluden también a la implicación de otras Administraciones en un proceso llevado a cabo en solitario por el Ayuntamiento. Con todo, desde Asuntos Sociales son optimistas. «Cuando empezamos con esto nadie creía que lo lograríamos, pero todo el mundo se implicó. Ya queda poco», explica la concejala, Silvia Longueira. Reconoce que erradicar el chabolismo es complicado. «Hay que trabajar con los vecinos y con los habitantes del poblado para enseñarles a ser responsables para empezar una nueva vida», cuenta.

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