El velo, que cubre a mujeres musulmanas su pelo, es un símbolo condenable. El velo simboliza la opresión del hombre hacia la mujer. Es la visualización del maltrato hacia la mujer. Lejos de significar un símbolo religioso, el velo significa el sometimiento de la mujer. Es un distinto de dominio, es una forma machista de expresión.

La democracia, sinónimo de libertad, no puede permanecer de brazos cruzados ante simbolismos que chocan contra la libertad. El sometimiento es algo inconcebible en el siglo XXI. Atenta contra los derechos humanos.

Los centros escolares, lugar de la base democrática, deberían plantear la censura para ciertas maneras de vestir, como la utilización del velo por parte de algunas niñas. Es contradictorio que mientras en la escuela se educa para la libertad sea la mismo centro docente quien acoja un símbolo de esclavitud.