El uruguayo más grande

Diego Forlán se ‘venga’ de la Premier y abre el horizonte del Atlético de Madrid

El Mundo, , 13-05-2010

TOMEUMAURA / Hamburgo
Carece de la elegancia de Van
Basten o del salto de Santillana.
De hecho, ni siquiera se mueve
en su misma zona de influencia,
pero Diego Forlán posee el instinto
de los grandes goleadores y
ayer entró definitivamente en la
Historia del Atlético de Madrid
con dos goles que no sólo sirvieron
para darle al equipo el título
europeo que se le resistía desde
hacía 24 años, sino que además
van a marcar un antes y un después
para un club al que a partir
de ahora se le abre el horizonte
de par en par.
Forlán es hoy el autor material
del éxito del Atlético, pero en su
triunfo personal existe un cómplice
que ha tenido tanta o más importancia
que los goles del uruguayo.
Miguel Ángel Gil Marín
desafió este verano a la lógica y
rechazó un cheque en blanco que
Florentino le puso en la mano para
convertirlo en el sucesor de
Hugo Sánchez. Sobre la decisión
del consejo delegado se levantaron
muchas voces de protesta,
acrecentadas cuando además decidió
renovar el contrato y mejorar
el salario de un futbolista que
ya había cumplido los 30 años.
Mientras los dos jugadores a los
que Florentino quería incluir en la
operación, Sneijder y Negredo,
partían hacia Milán y Sevilla, Forlán
se enfrentaba a un comienzo
de temporada dubitativo en el que
parecía haber perdido su instinto
goleador. Pero el uruguayo es un
futbolista de una raza especial.
Un verdadero campeón. El Atlético
de Madrid se ha agarrado a sus
goles para salvar eliminatorias tan
complicadas como la del Celta de
Vigo en la Copa del Rey o las del
Galatasaray y Liverpool en la Europa
League. Hasta que ayer le
llegó el órdago. En el mismo estadio
en el que uno de los mejores
goleadores alemanes de todos los
tiempos, el legendario Uwe Seeler,
está homenajeado con un gigantesco
pie de bronce, Forlán se
encargó de materializar una hazaña
que parecía imposible.
Al final del partido, envuelto en
una gran bandera uruguaya, miró
hacia el palco y le dedicó un guiño
a su protector Miguel Ángel
Gil Marín, mientras tanto el consejero
delegado, como el presidente,
Enrique Cerezo, levantaban
la vista al cielo para homenajear
al desaparecido Jesús Gil.
Diego Forlán acaba la temporada
en la cima del fútbol
europeo y en perfecto estado
de forma para afrontar
dentro de un mes su
primera Copa del Mundo,
en la que Uruguay deberá
superar un especialmente
difícil grupo de clasificación
ante Sudáfrica, México
y Francia. Sin embargo,
antes le queda una tarea
pendiente con el
Atlético. El próximo miércoles,
en el Camp Nou, le
espera el Sevilla, uno de
sus rivales predilectos, para
poner el colofón goleador
a otro año inolvidable.
El destino quiso también
que al igual que sucediera
con el Liverpol,
Forlán volviera a ser el
verdugo de un club inglés,
como castigo al mal
trato que la Premier le
dio cuando aterrizó en el
fútbol europeo. Alex Ferguson
le marginó en el
Manchester United y prefirió
a futbolistas de medio
pelo como el francés
Saha, pero seguramente
ayer cuando debió de ver
sus goles a través de la televisión
inglesa, tuvo que
emitir más de un lamento.
El Manchester se ha gastado muchos
millones para sustituir sin
éxito al goleador que ya tenía en
casa. El uruguayo es grande, muy
grande, y gracias a sus goles el
Atlético de Madrid también volverá
a ser grande.

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