El presunto autor de la muerte violenta de la mujer ecuatoriana en San Isidro, Pablo César Q.Q., ingresó ayer en prisión provisional, comunicada y sin fianza por orden de la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Granadilla de Abona. La jueza Luisa Isabel Soto imputó un delito de homicidio al ciudadano sudamericano, de 33 años y natural de Ecuador.

El acusado de degollar a Alicia L.P., de 37 años, pasó a disposición judicial por la mañana. Eran las 10:30 horas cuando un vehículo del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil trasladó a Pablo César Q.Q. hasta el Juzgado de Guardia, que en esta ocasión es el mismo que lleva los casos de violencia de género en el partido de Abona.

El hombre latinoamericano se bajó del todoterreno, guiado por un par de agentes, esposado y vestido con un chándal. Además, eran visibles las protecciones para cubrir las heridas que supuestamente se provocó en las muñecas. También llamaba la atención otra herida que tenía en la frente.

Pablo César llegó aparentemente tranquilo y con la cara descubierta. Junto al edificio de los juzgados se hallaba, al menos, uno de sus hermanos.

Fue dicho familiar quien recibió una llamada del imputado para advertirle de que se iba a suicidar junto a su pareja. Inmediatamente, el hermano llamó al 112 para informar de un supuesto hecho luctuoso. Desde ese momento, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) activó a la Policía Local, la Guardia Civil y a personal sanitario del Servicio de Urgencias Canario (SUC). Hasta el número 49 del residencial Las Acacias, en la calle Los González de San Isidro, se desplazaron los diferentes recursos y los primeros en entrar a la casa de dos plantas fueron los agentes municipales, que observaron una imagen terrible. Un médico del centro de salud del pueblo y otro facultativo del SUC certificaron que Alicia L.P. estaba fallecida y presentaba un profundo corte en el cuello, así como lesiones en ambas muñecas.

Desde ese instante, especialistas de la Policía Judicial de Granadilla, el Equipo de Delitos contra las Personas de la Guardia Civil y profesionales del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia realizaron una exhaustiva inspección ocular del cadáver y del escenario del crimen.

Los indicios y piezas de convicción recogidos por dichos expertos resultaron fundamentales para que la jueza enviara a Pablo César Q.Q. al centro penitenciario Tenerife II en la tarde de ayer.