En noviembre de 2006 supieron que habían logrado el pasaporte a una nueva vida. Un día de aquel mes acudieron a un sorteo de viviendas de alquiler social organizado por el Gobierno vasco y resultaron adjudicatarios. Pero aquella alegría ha tenido tiempo de tornarse en desesperación y ansiedad en los últimos 42 meses de espera. Ayer, por fin, tres años y medio después de la rifa, los 171 afortunados firmaron el contrato y recibieron las llaves para estrenar sus respectivas viviendas en dos bloques de nueva construcción en la calle Ferrocarril del Norte, en Salburua.

Reunidos en una sala del centro cívico El Pilar, los nuevos inquilinos de Alokabide – la sociedad pública que gestiona las casas de renta social – recibieron todo tipo de informaciones y advertencias: que si el contrato durará cinco años pero que se renovará de forma anual; que no pueden colocar antenas parabólicas en fachadas y balcones; que en breve disfrutarán del sistema de recogida neumática de basuras o que están obligados a habitar sus casas durante los primeros doce meses.

Ainara Merino fue la primera en hacerse con las llaves y en salir disparada de la sala con una sonrisa nerviosa dibujada en la cara. Para esta joven de 28 años, expendedora de gasolina en una estación y madre soltera de una niña de siete años, los valiosos pedacitos de metal son «una oportunidad para volver a empezar». Después de varias idas y regresos a su casa materna, ahora cuenta con «una casa a estrenar para mi hija y para mi, ¡que voy a poder pagar!» Es un sueño», acertaba a decir radiante.

Un desahogo para Moriliat

Para la guineana Moriliat Towobola, su marido, un operario de Daewoo, y sus tres hijos, inquilinos de un piso en Aranbizkarra a razón de 750 euros mensuales de alquiler, el cambio va a resultar un importante «desahogo. De espacio y, sobre todo, de dinero. Somos afortunados», se felicitaba la mujer.

Así, otras tantas historias de apreturas y anhelos que ayer encontraron una razón para la ilusión. No serán los únicos este año. Según aseguró el director de Alokabide, José Manuel De La Fuente, en el último trimestre del año y en dos tandas se entregarán otras cuatrocientas viviendas de renta social, éstas levantadas en Zabalgana. Esas casas corresponden a un sorteo celebrado en noviembre de 2009.