REPORTAJE: LOS OTROS 'CABANYALS' 9 Barrio Colonia Requena de Alicante

El declive de la pequeña Babel

El enclave fronterizo acumula la mayor densidad de inmigración de la ciudad

El País, ROSA BIOT, 09-05-2010

Al bajar del autobús se tiene la sensación de haber viajado en el tiempo y en el espacio. Sólo las aceras, remozadas, y las líneas discontinuas que marcan las zonas de aparcamiento devuelven a la realidad: la de un barrio deteriorado en la frontera norte de Alicante. Aquí la cristalera descontextualizada en una fachada, allí enrejados de distintas épocas y estilos, por todas partes desconchados y a menudo ropa tendida hacia la calle. Son los trazos gruesos de la ajada postal urbana que es Colonia Requena.

Apenas se ven fincas cuidadas, las zonas verdes se reducen a un monte parquizado y los rótulos de negocios delatan la modestia. Hay pocas dotaciones. Es uno de los núcleos de Alicante con infraviviendas. Y es que con una parte importante de la población de paso y con la costumbre de realquilar, es difícil lograr apego y mejorar el entorno.

Colonia Requena es una torre de Babel, una sucesión de edificios y hormigón, concebidos sin florituras por Requena e Hijos, SA. Su pecado es original. Allí se mezclan sin gran interés por la convivencia pero sin conflictividad lo que queda de la población obrera originaria, muchos llegados a partir de los años sesenta del siglo pasado de otros puntos de España, y la oleada de inmigrantes de los últimos años. Es el barrio de Alicante donde la inmigración tiene más peso, con un 47,2%.

“Es la capital de África”, resume Ayoob sonriendo. El joven marroquí, de 20 años, explica en el negocio familiar que en el barrio la convivencia es buena. “No hay ningún problema”. Llegó diez años atrás “para estudiar”. Solo se queja de que la policía a veces “se pasa mucho” con los inmigrantes. “Molaría si pintaran los edificios”, añade.

“El barrio necesita una restauración tremenda”, urge Bernardo, del Bar Los Cuñados. Bernardo vive en Colonia Requena desde hace 30 años y, entre otros, lamenta el cierre de muchas tiendas “españolas”. “No hay ni para echar una quiniela”.

La foguera del barrio también es ya historia. “Cuando llegaban las hogueras había más ambiente que en Alicante”, recuerda Antonio Manzaneda, propietario del local que gestiona Bernardo. Antonio nació en Almoradí pero vivió en Colonia Requena durante 45 años. Primero fue albañil y después camarero. Al final se trasladó a San Vicent del Raspeig. “Casi todos los que vivían aquí se han ido”, asegura. Es crítico con el impacto de la población inmigrante.

Pero otras voces subrayan que la inmigración ha revitalizado la zona. “El abandono de la población originaria habría sido un auténtico drama de no haberse registrado este crecimiento tan espectacular de la nueva población inmigrante”, asegura el sociólogo Carlos Gómez Gil, director del Observatorio Permanente de la Inmigración de la Universidad de Alicante. Gómez Gil añade que entre las 47 nacionalidades que conviven pesa mucho la inmigración laboral, la más pobre. Y entre los indicadores de un estudio municipal, cita que el 48,5% de los menores de 25 años es analfabeto o no terminó estudios o que el 38% de los pisos están vacíos. “Haría falta una intervención multiformal y nada sencilla” que evite “una mayor segregación”, esgrime.

Los análisis coinciden en que la realidad de Colonia Requena es más compleja que la del resto de la zona norte, aunque valoran la convivencia pacífica existente. “En otra situación esto sería una bomba de relojería”, asegura Virgilio Candela, secretario de Integración y Convivencia del PSPVPSOE de Alicante. Candela destaca la “notable” labor de los agentes sociales del barrio. Y urge a una intervención municipal en vivienda y otra que fomente la convivencia.

A la realidad del barrio contribuye su aislamiento físico. Por ello, el Ayuntamiento defiende la línea 2 del Tram como una de las “grandes apuestas” para comunicar la zona. La concejal delegada de Presidencia, Sonia Alegría, cita pequeños pasos como la inauguración en 2006 del Centro Comunitario o la apertura de un punto de encuentro multicultural, y anuncia otros mayores. El consistorio ha iniciado un estudio urbanístico global que “podría implicar incluso la apertura de alguna avenida”. También prevé un parque urbano donde ahora hay un descampado. Y el barrio está dentro del plan integral de la zona norte.

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