josé ignacio almaluez nogueras inspector jefe de la policía nacional de tudela

"Estoy convencido de que inmigración y delincuencia no tienen ninguna relación"

Diario de Noticias, nieves arigita, 06-05-2010

tudela. Nació, hace 53 años, en una localidad aragonesa a escasos 60 kilómetros de Tudela, pero ha desarrollado su carrera policial en Navarra, donde ha pasado las últimas tres décadas. Se le encomendó la responsabilidad de la jefatura de la comisaría de la Policía Nacional de la capital ribera tras el cese de Félix De Benito.

Ha pasado los últimos diez años en la brigada de Extranjería. ¿Considera que éste es un campo especialmente complicado en la Ribera o que provoque mayor volumen de trabajo que en otras comisarías? Las cifras están claras. Alrededor del 16% de la población de la comarca es extranjera. Tras el tirón agroalimentario y de la construcción de los años 90, aquí llegó mucha gente atraída por el trabajo y el nivel de vida de Navarra. Un porcentaje como el que manejamos es importante y el trabajo que nos supone a nosotros está relacionado con documentación y control. De todas formas, estoy convencido, por todo el tiempo que llevo aquí, que el inmigrante viene aquí a prosperar, a mejorar su nivel de vida. Pero la crisis ha supuesto un batacazo tremendo que ha dejado en la calle a mucha gente, incluso a los que estaban manteniendo familias enteras en otros países. Eso hace que surjan circunstancias que llevan a delinquir, pero que no están en absoluto relacionadas con la inmigración en sí misma. Estoy convencido, y por eso lo digo, que inmigración y delincuencia no están relacionadas.

Sucesos recientes han vuelto a poner en tela de juicio la seguridad en Tudela. ¿Están fundados estos miedos?

Creo que es una preocupación puntual y que no da razones para vivir con miedo en Tudela. Estas cosas ocurren en capitales y en pequeños pueblos. Desgraciadamente se ha dado en Tudela, de forma puntual, pero las cifras dejan claro que no sufrimos continuamente homicidios, violaciones…. Nuestros datos en relación a la delincuencia y los hechos delictivos están dentro del nivel de cualquier otra población de similares características.

Hablando de datos… Sorprende la cantidad de servicios de protección a mujeres que llevan a cabo anualmente

Bueno, quizás es una de las labores que llevamos a cabo que desconoce el ciudadano. Lo cierto es que somos una policía integral y polivalente porque estamos en una comisaría muy pequeña. Tenemos poca plantilla, pero somos una plantilla que tiene que hacer de todo. En esa dinámica, llevamos a cabo acompañamientos, seguimientos… Actualmente hay tres personas en la UPA (Unidad de Protección a la Mujer) que controlan a 44 mujeres.

La impresión del ciudadano es que estos casos son cada vez más numerosos. Teniendo en cuenta su experiencia, ¿realmente es así?

La verdad es que son cifras muy variables y, desde luego, altas. Pero, a mí me da la impresión de que desde hace dos o tres años, esto ha ido parándose un poco…

¿Y por qué tenemos la impresión de que antes estas cosas no ocurrían de forma tan habitual? ¿Había menos casos o se denunciaban menos?

Yo creo que algo está claro: actualmente existen muchos más canales para llegar a que alguien ponga remedio a estas situaciones desde la denuncia, la ayuda del Estado… Desde luego yo no soy sociólogo, pero quizás estas situaciones tengan mucho que ver con cómo ha evolucionado la sociedad. Ahora ya no se ve el maltrato como algo normal, cuando antes en muchas casas estaba asumido. ¿No piensas que hace años había lo mismo pero igual no se sabía ni se hacía público?

Tenemos cuatro cuerpos de Policía en la Ribera. ¿Cómo se organizan entre ustedes competencialmente?

Lo básico y fundamental es que la colaboración entre unos y otros es muy fluida, prácticamente diaria. Yo sé todas y cada una de las denuncias que se han interpuesto en Policía Foral y ellos conocen las nuestras. También estamos al tanto del trabajo y las intervenciones de Policía Municipal, así que tanto la comunicación como la coordinación es buena.

¿Hay previsiones de cambio en la ubicación de la comisaría?

Ninguna. Pero tengo que reconocer que estar en un barrio como éste, el de Lourdes, nos proporciona una cercanía estupenda con la gente y nos permite estar en contacto con los vecinos que, además, yo diría que son mucho más abiertos que en el centro.

¿Qué retos u objetivos se planteó cuando accedió al cargo de inspector jefe?

Dos y muy claros, lo dije desde el principio. Son dos cosas que van a ser mi consigna durante el tiempo que yo esté aquí: sobre todo más presencia policial en la calle y mejor atención al ciudadano. Hay que tener en cuenta que las patrullas de las que disponemos hacen muchas labores, algunas no las ve el ciudadano, y eso es complicado porque no estamos mucha gente, esto es una comisaría pequeña y polivalente. Pero mi obsesión es que nos vean más en la calle para aumentar la sensación de seguridad y mejor atención a cualquier requerimiento, necesidad o denuncia del ciudadano.

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