los británicos votan hoy

La extrema derecha vela sus armas en el este de Londres

El BNP lucha por el control municipal y por un escaño en Westminster

Deia, L. gómez, 06-05-2010

londres. “Información a cambio de ayuda”. Es la consigna, a modo de saludo, que se escucha al entrar en las oficinas de Hope not Hate (Esperanza sin odio), movimiento popular contra la extrema derecha en el Reino Unido. La campaña concentra sus recursos en el este de Londres, en los distritos de Barking y Dagenham, principal objetivo electoral del Partido Nacionalista Británico (BNP). Su líder, Nick Griffin, aspira a ocupar el primer escaño en Westminster de esta formación racista y neonazi, dejando en la cuneta a la actual diputada de Barking, la laborista Margaret Hodge.

Griffin llega a la contienda crecido por la insólita victoria en los comicios europeos de 2009, cuando el BNP envió dos diputados a Estrasburgo, favorecido por el sistema de representación proporcional y empujado por el desprestigio del gobierno laborista de Gordon Brown y el escándalo sobre los gastos de los diputados de los principales partidos. Westminster es una meta más difícil de conseguir debido al sistema mayoritario vigente en las generales, pero la candidatura del líder del BNP ha sentado la alarma entre los representantes políticos de este conjunto de barrios obreros que ha recibido continuas oleadas de inmigrantes de países de la Commonwealth inicialmente y de Europa del Este en los últimos años.

El simple mensaje de los hombres de Griffin – trabajo y vivienda para los británicos; repatriación de los inmigrantes – cala hondo en los escasos núcleos de población inglesa blanca que quedan en la zona. “Hay mucho extranjero en este pub”, se quejaba ayer un viejo parroquiano al escuchar voces en castellano. “Voy a votar BNP para librarme de tanta gentuza”, decía Raymond Brut, empleado de la Ford, de las pocas multinacionales que dan trabajo en el distrito.

El BNP probablemente no entrará en Westminster pero puede hacerse con el control del Ayuntamiento de Barking y Dahengham en los comicios locales que se celebran hoy junto con las elecciones generales. Y sus candidatos al Parlamento británico también pueden obtener la mayoría que hasta ahora disfruta el diputado laborista de Dagenham, John Cruddas, dejando el escaño en manos de los conservadores.

todos contra el bnp Montañas de cartas con sus respectivos sobres se apilan en la sede de Hope not Hate, que comparte con el sindicato de Transporte y Trabajadores en General (TGWU) y el Partido Laborista. Se sitúa a corta distancia de la Ford, genuina ciudadela industrial donde trabajaban 40.000 empleados en los años cuarenta pero que para 1997 se habían reducido a 12.000. Las instalaciones perduran – hay planes para fundar aquí un museo del motor – aunque hoy sólo acuden 4.000 empleados a su activa planta de motores. Los activistas y colaboradores de Hope not Hate se movilizarán hasta el cierre de los colegios electorales, a las 10 de la noche (hora local), para repartir puerta a puerta unos 90.000 panfletos en contra del BNP. Cruddas y el resto de su equipo temen que el votante laborista se quede en casa y, armados con listados de direcciones, les persuadirán a acudir a las urnas. La apatía del simpatizante laborista es una constante que se escucha en otras circunscripciones a lo largo de la campaña electoral.

La concentración de inmigrantes empuja a algunos hacia el BNP. Pero Cruddas identifica un problema más serio y extendido: los efectos de la globalización en tiempos de crisis económica. “La gente se siente alienada social y económicamente. Se sienten desatendidos por los partidos políticos tradicionales”, explica el candidato laborista.

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