Algunas aulas valencianas ya hablan en rumano, aunque se trate de una experiencia aislada y extraescolar. Según explicaron fuentes de la conselleria de Alejandro Font de Mora, ya funciona en Castellón un proyecto donde los niños pueden conocer mejor su propia lengua y cultura, a raíz de un convenio firmado entre la Generalitat y la Embajada de Rumanía. Esta última aporta los profesores, con el objetivo de que los más jóvenes, muchos nacidos directamente en España, no olviden sus raíces. La medida, pensada desde un punto de vista de la integración, también responde a la preocupación del colectivo, especialmente concentrado en Castellón, que observaba un distanciamiento de los más jóvenes respecto a su cultura de origen. El convenio con la embajada rumana en España se firmó en junio y de momento la experiencia piloto se circunscribe a alumnos de Infantil y Primaria.

Se trata de una medida muy diferente a la puesta en marcha este año en los colegios valencianos en relación al chino. En este caso, y con la intención de introducir la asignatura como optativa, se realiza una experiencia piloto en una decena de centros. Eso sí, la motivación es la universalidad del chino, que es el idioma más hablado, por encima del español y el inglés.