La provincia continúa sumando nuevos habitantes, pero el último avance de los datos del padrón municipal publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que lo hace más lentamente. La población registrada en enero de 2010 aumentó en 13.300 personas con respecto a la misma fecha del año anterior, y asciende ya a 1,606 millones de habitantes, con una media de 1.108 nuevas incorporaciones al mes. Un ritmo de crecimiento del 0,8% que nada tiene que ver con el de años anteriores, cuando Málaga experimentaba aumentos interanuales de casi el 4%. De hecho, la subida registrada no llega ni a la mitad de la de habitantes que se incorporaron hace un año.

El freno en el desarrollo demográfico se explica por los cambios migratorios derivados de la crisis económica, unidos al continuado descenso de la natalidad. Pese a todo, la población extranjera continúa tirando del vagón de la población. Con 5.488 empadronados más que nacieron fuera de nuestras fronteras, los inmigrantes suponen el 40% del total de nuevos vecinos. Sin embargo, la llegada de foráneos sí ha sufrido un freno importante. Si en el padrón de 2009 se registraba un incremento de 54.915 personas (un 21%), este año apenas suponen un 1,7% más y la variación se sitúa en niveles de hace doce años. En total, en Málaga viven 310.835 extranjeros. El colectivo más importante siguen siendo los británicos, con 68.086 personas y un aumento del 4% con respecto al año anterior.

Menos argentinos

Otros núcleos, como el de ciudadanos argentinos, pierden nacionales por primera vez en una década, con 1.124 personas menos, lo que deja una población de 23.734 habitantes. Lo mismo ocurre con los ecuatorianos, que descienden un 2,6%, con 5.689 ciudadanos.

Por sexos, la balanza está bastante equilibrada, con 814.121 féminas (el 50,6%) y 792.201 hombres (49,4%). El porcentaje es muy similar en el caso de la población inmigrante, con 157.186 mujeres y 153.649 hombres. Por edades, desciende en 8.100 personas la población de 16 a 44 años con respecto al padrón anterior. También es significativo el aumento de los residentes de más de 65 años, que con 8.400 jubilados más, ya suponen 240.766 ciudadanos, confirmando el envejecimiento de la población. El tramo de jóvenes suma nuevos empadronados, pero en menor medida, con 1.600 niños más de cero a 15 años. También baja la cifra de menores extranjeros, que decrece en 1.345 niños, algo que, según los expertos, se explica por la movilidad de los padres para encontrar trabajo.