La Policía ha detenido a un joven de 19 años antifascista por agredir a otro de 18 años, que supuestamente es de ultraderecha, el pasado 12 de marzo en el Metro de Madrid, al reconocerle como miembro de un grupo que mantiene enfrentamientos en Internet con el colectivo del agresor.

Según confirmó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los hechos ocurrieron el pasado 12 de marzo sobre las 23.00 horas en el interior de un vagón de Metro de la línea 3, a la altura de la estación de Delicias.

Dos agentes de paisano que viajaban en el mismo vagón casualmente vieron cómo un joven agredía a otro y detuvieron a Raúl B.A., de 19 años, por un delito de lesiones y amenazas contra el otro chico, Aitor H.A., de 18, quien tuvo que ser trasladado a un hospital debido a las lesiones que presentaba, aunque fue dado de alta en unas horas.

En las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de Metro, que han sido colgadas en Internet, se ve cómo un joven anda por el vagón y al ver a otro, que está sentado, tira al suelo la mochila que lleva y le propina una patada en la cara y a continuación numerosas patadas y puñetazos.

Las personas que hay alrededor se apartan, hasta que en pocos segundos aparecen dos hombres, que son los policías de paisano, que separan al agresor de la víctima.

La Jefatura explicó que en ese momento el arrestado reconoció ante los agentes que “existía animadversión ideológica” entre ambos, ya que pertenecían a dos grupos ultras que mantienen enfrentamientos en Internet, en diferentes redes sociales.

El caso de Carlos Palomino

El arrestado dijo entonces que la víctima era “un hijo de puta, amigo del que mató a Carlos Palomino”, en referencia al joven antifascista que fue asesinado en 2007 en el Metro de Legazpi de Madrid por el ex soldado Josué Estébanez, que fue condenado a 26 años de prisión por ese asesinato, con la circunstancia agravante de “discriminación ideológica”.

La Jefatura precisó que el presunto agresor hizo esas afirmaciones ante los agentes que le arrestaron, pero luego se negó a declarar en Comisaría, mientras que la víctima negó pertenecer a ningún grupo ultra. Ninguno de los dos chicos tiene antecedentes policiales, explicó la Policía Nacional.