La controversia suscitada en un colegio madrileño por la negativa de una niña de religión islámica a no quitarse el velo o ‘hijab’ en clase podría ocurrir también en Andalucía. Esta comunidad, lo mismo que Madrid, otorga autonomía a los colegios de primaria y secundaria para que sean sus consejos escolares los que decidan sobre las normas de la vestimenta de sus alumnos y alumnas. Es algo que no va a cambiar con el nuevo reglamento de centros educativos que elabora la Consejería de Educación y que está a punto de aprobarse, según confirmaron fuentes de la Junta a este periódico.

El decreto sobre los reglamentos que regularán la organización y la convivencia en los colegios e institutos de enseñanza andaluces, y que en la actualidad supervisa el Consejo Consultivo, concede una mayor autonomía a los centros, además de reforzar la figura de los docentes e implicar más a los padres en la vida escolar. También endurece y amplía al horario no lectivo las medidas sancionadoras contra los alumnos que falten a las normas de convivencia. El decreto, que la Junta espera aprobar en varias semanas, entrará en vigor el próximo curso.

Los reglamentos, que incluyen más de un centenar de propuestas de la comunidad educativa, no entran en dar directrices sobre la vestimenta o indumentaria de los escolares, como tampoco la administración autonómica se inmiscuye en la actualidad. Este asunto se deja a la consideración de cada colegio y de su consejo escolar, que normalmente debe atender las circunstancias y el perfil de su alumnado.

Como en el Camilo José Cela, los colegios públicos andaluces pueden, a priori, establecer normas que prohiban el uso de prendas sobre la cabeza. La Junta de Andalucía, como sucede en el Gobierno de Madrid y ha recordado su presidenta Esperanza Aguirre, lo único que podría hacer en una situación semejante es procurar la escolarización de la alumna en otro centro.

Fuentes de la Oficina del Portavoz del Gobierno recordaron, no obstante, que en cualquier decisión que los centros tomen sobre los alumnos debe primar «la escolarización y la integración». Bajo estas premisas, los centros andaluces han optado o bien por respetar a las alumnas con pañuelo islámico o por no entrar a analizar el tema, aunque tampoco en la Administración autonómica se comenta esta situación.

Concordia y armonía

Lo que sí insisten las fuentes consultadas por este periódico es que en esta Comunidad, con un elevado número de inmigrantes musulmanes, «nunca se ha dado un conflicto de estas características».

En este sentido y como respuesta a la consigna política a seguir en Andalucía, el consejero de Educación de la Junta, Francisco Álvarez de la Chica, reclamó «concordia» y «armonía» en los centros educativos. Álvarez de la Chica hizo estas declaraciones ayer en Madrid tras participar en la Conferencia Sectorial de Educación, según recoge Efe.

Para el recién nombrado consejero de Educación, «hay que armonizar, no sea que algunos elementos simbólicos de una determinada cultura o confesión puedan resultar más lesivos que otros». Álvarez de la Chica recordó que hasta ahora, «afortunadamente, en Andalucía no se han producido conflictos de esta naturaleza», en referencia al caso de Pozuelo de Alarcón.

Para el consejero andaluz, hay que evitar circunstancias que «alteren la armonía, el respeto y la convivencia» en los colegios, como ha ocurrido en el colegio madrileño. De la Chica dijo que es partidario de proteger el derecho individual, como es el uso del velo, y hacerlo armónico con el derecho fundamental, como es la educación. No obstante, enfatizó que lo sucedido en Pozuelo es un asunto «muy serio» que requiere un análisis «desde muchas ópticas», teniendo en cuenta además que se trata de una menor. También advirtió de que polémicas como esta suponen un «mal asunto para la educación».

Más alumnos que Madrid

En Andalucía hay 27.796 alumnos que profesan la religión islámica, según el Estudio Demográfico de la Población Musulmana, publicado en septiembre de 2009 por la Unión de Comunidades Islámicas de España. Andalucía es la segunda comunidad, después de Cataluña (39.610), con mayor número de escolares de familias musulmanas, algo más que Madrid (27.521).

Sin embargo, ni en Madrid y Cataluña se imparten clases de religión islámica en los colegios, como sí se hace en Andalucía y en otras cinco comunidades, incluidas Ceuta y Melilla, según el mismo estudio. En este se hace referencia a la escasa contratación de profesores, sólo 46 de los 400 comprometidos por el Gobierno. Andalucía cuenta con 16 profesores que imparten la religión islámica, según el citado estudio demográfico.

Recientemente, apareció en un borrador sobre propuestas educativas la enseñanza de árabe como segunda lengua extranjera optativa, atendiendo a los numerosos alumnos de este origen. La iniciativa derivó en polémica y fue barrida del borrador.