JOSEP PLAYÀ MASET – Barcelona

En Barcelona hay aulas temporales para los alumnos extranjeros que llegan el último trimestre
El modelo catalán de integración escolar ha desarrollado las llamadas aules d´acollida,espacios dentro del mismo centro donde el alumno extranjero recibe una formación intensiva en lengua catalana y una atención curricular personalizada durante unas horas a la semana y durante un tiempo determinado hasta que puede incorporarse plenamente a su grupo-clase. Actualmente en Catalunya hay 1.178 aulas de acogida distribuidas por todo el territorio.

Pese a las quejas iniciales por parte de algunos sectores educativos que temían que la estancia de algunos alumnos en estas aulas se alargase y que se convirtiesen en guetos educativos, desde su creación el curso 94-95 no han dejado de crecer y consolidarse. En estos momentos es una experiencia muy bien valorada tanto por los alumnos como por los profesores. Los primeros reconocen que el desconocimiento de la lengua les aísla al llegar a una clase y que es necesaria esa inmersión. Los profesores ven que de ese modo se les facilita su trabajo docente. En la mayoría de aulas de acogida suele haber entre 12 y 15 alumnos y pasan allí un máximo de 15 horas semanales. El tiempo de estancia es muy variable, aunque hay casos que llegan a pasar hasta dos años.

Inicialmente se crearon los llamados Tallers d´Adaptació Escolar (TAE), que se concentraban en unos pocos centros y allí debían acudir los alumnos recién llegados. En cierto modo, aquella experiencia ha tenido continuidad en los Espais de Benvinguda Educativa (EBE) – nacidos el curso 2008-09-que en parte suplen las dificultades de centros pequeños para tener aulas de acogida y facilitan una formación más intensa.

Las tres primeras experiencias pioneras de EBE se han desarrollado en Vic, Reus y Cornellà de Llobregat. También en este caso las protestas iniciales han sido muy llamativas, pero los resultados no parecen ser tan negativos. Aun así, el Síndic de Greuges ha llegado a efectuar varias recomendaciones como limitar el tiempo de estancia o asegurar los recursos necesarios para evitar su fracaso.

Desde el Departament d´Educació se ha iniciado otra experiencia en Barcelona con la Aules Temporals que serían el equivalente a un EBE pero sólo para los alumnos que llegan a mitad del último trimestre. Se han instalado en algunos institutos de secundaria como el Sant Andreu o el Vall d´Hebron.

Un reciente estudio de Carina Siqués, de la Universitat de Girona, sobre las aulas de acogida demuestra que la variable que mejor describe las diferencias de conocimiento de catalán entre este alumnado extranjero es su adaptación escolar. Esta variable influye tanto sobre los resultados que mitiga los efectos de otras variables como el tiempo de estancia en Catalunya, el número de horas semanales que pasan en el aula o la lengua inicial del alumno.