Seis años de cárcel para un homicida que vivió cuatro días junto al cadáver

Las Provincias, J. A. MARRAHÍ | VALENCIA., 14-04-2010

La muerte a golpes de un inmigrante cuyo cadáver descompuesto apareció en una cueva de Requena recibió ayer justicia. Un ciudadano rumano, Grigore Pop, reconoció ser el homicida en la Audiencia de Valencia y aceptó una pena de seis años de cárcel, cuatro por matar a la víctima y dos por dar una paliza a otra de las personas que se refugiaba en ese lugar.

El crimen se produjo en una cuava que, junto a varias tiendas de campaña, servía de campamento a inmigrantes que trabajaban en el campo. Las disputas entre ellos, regadas con alcohol, eran habituales.

Una de esas trifulcas, mantiene el fiscal, se produjo entre el 3 y el 5 de junio de 2007. En la pelea Grigore se ensañó hasta la muerte con uno de los extranjeros, al que causó severos traumatismos, uno de ellos craneal. El cadáver también tenía seis costillas fracturadas. Fue atacado con un objeto contundente. El acusado agredía de forma habitual a otro de los inmigrantes, al que daba «puñetazos y patadas», estimó el fiscal.

La acusación pedía al principio para él una pena de 18 años de prisión, que finalmente ha sido rebajada al no quedar probado que golpeara a la víctima con intención de quitarle la vida. Según fuentes próximas al caso, convivió cuatro días con el cadáver de la víctima a su lado. Cuando fue preguntado por esta cuestión, alegó que pensaba que dormía tras emborracharse.

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