Bilbao. Va a participar en una mesa redonda dentro del X Curso sobre Inmigración e Interculturalidad, ¿sobre qué va a hablar?

Sobre el análisis de la Ley de Extranjería y cómo el hecho de que se haya reformado demuestra su ineficacia. Han repetido el mismo modelo represivo de control de fronteras, de limitación del acceso de los derechos básicos de las personas extrajeras… Olvidan el hecho de que las migraciones hayan cambiado desde la primera Ley de Extranjería: ya no es un 2% de la población sino un 12%.

No están muy contentos con la reforma…

Es que vuelve a pecar de ingenua y vuelve a repetir los mismos errores que consideramos xenófobos y racistas. Perpetúa la desigualdad de los inmigrantes.

La inmigración es una realidad social.

Es un fenómeno con el que convivimos y al que no se le puede tratar de pasajero, momentáneo o de puntual. Son personas que forman parte de la sociedad y hay que tratarlas en igualdad de condiciones y derechos.

¿Cree que Bilbao es una ciudad amable para el inmigrante?

Depende de cada persona. Yo misma pasé tiempo fuera de Bilbao y al volver me sentí un poco extranjera y eso se nota.

¿Qué es lo que debería reforzar Bilbao en su política de inmigración?

Sus políticas gubernamentales que criminalizan el colectivo inmigrante haciendo públicas noticias de pisos patera que estigmatizan a colectivos de jóvenes magrebíes. Desde el Gobierno tendrían que parar cualquier tipo de conducta y apreciación xenófobas de conductas sociales que nos afectan a todos. Promover políticas de igualdad, erradicar comportamientos discriminatorios…

¿Existe mucha discriminación en Bilbao hacia el extranjero?

Se dan casos. Es algo que se palpa en la calle. Hay recelo, y más en tiempos de crisis.

La inmigración es uno de los fenómenos claves en el futuro.

Es un fenómeno social innegable y está presente cuando sales del portal, o en el mismo portal si tienes vecinos extranjeros. Bilbao cada vez tiene una sociedad más diversa, diferente y tenemos que afrontar esta realidad con una garantía absoluta de que se va a reconocer al otro como una persona igual. Nunca desde el desprecio, nunca desde el miedo, nunca desde la desconfianza…