El detenido, que mantiene vínculos con la víctima, admitió ser el autor del disparo

El detenido, que mantiene vínculos con la víctima, admitió ser el autor del disparo

La investigación abierta tras el disparo a un colombiano en un disco – pub de Pontevedra en la madrugada del domingo parece descartar que «el móvil de esa brutal agresión haya sido por un ajuste de cuentas», según precisó ayer el subdelegado del Gobierno en la provincia, Delfín Fernández, quien aludió a que «lo más probable es que tenga que ver con desavenencias familiares y personales que se arrastraban de tiempo atrás» entre la víctima, un colombiano de 36 años, y el supuesto autor del disparo, un compatriota suyo que en agosto cumplirá 23 años. Ambos «ya tuvieron en el reciente pasado episodios de discusiones fuertes», ya fuera en la ciudad de Pontevedra o en sus inmediaciones.

En todo caso, y tras calificar lo ocurrido como «un caso aislado», el subdelegado pidió que «no se hagan cábalas sobre la instalación de grupos criminales en nuestro territorio que actúan de forma tan violenta por motivos supuestamente relacionados con la droga».

A falta de que en la mañana de hoy el sospechoso sea puesto a disposición del juzgado de guardia, la Policía Nacional ha recabado pruebas para cerrar todos los flecos de la investigación. Uno de ellos se refiere al arma del crimen. Al cierre de esta edición, aún no se había hallado la pistola o revólver que se empleó para disparar al colombiano en la cabeza mientras disfrutaba de la movida pontevedresa en la discoteca Río Latino, aunque sí trascendió que el detenido había confesado ser el autor del disparo. En cuanto al estado de la víctima, una portavoz del Xeral Cíes, de Vigo, manifestó ayer por la tarde que no hubo variación desde el parte médico difundido horas después del disparo. Está muy grave y permanece en la unidad de cuidados intensivos del Xeral.

Sobre el escenario del tiroteo, el subdelegado del Gobierno anunció que «no se descarta que, en un futuro, se pueda producir en base a este y otros hechos» un nuevo cierre cautelar. Recordó que el pasado año y por espacio de varios meses, el Río Latino estuvo clausurado temporalmente por una supuesta tolerancia del consumo de estupefacientes en su interior. Admitió que se trata de un local problemático, algunos de cuyos clientes ya se han visto en alguna ocasión envueltos en peleas e incidentes ocurridos durante las noches de movida de la capital pontevedresa.

«Son enemigos»

Dos palabras: «Son enemigos». Así definió una cuñada de la víctima y suegra del detenido la relación de ambos antes del suceso. Añadió que lo ocurrido no tiene vinculación con las drogas y reconoció que, en un principio, tirador y objetivo habían sido amigos. Todo apunta a que el paso del tiempo convirtió la amistad en rencor y odio. Hay quien apuntó, incluso, que un posible trasfondo económico podría haber estropeado la relación entre los dos colombianos. No se descarta tampoco que hubiese algún episodio de malos tratos.